En la semana del 9 al 13 de junio, Sueños de libertad se sumerge en un torbellino de emociones, verdades inesperadas y decisiones límite que cambiarán para siempre la vida de los De la Reina. El trágico accidente de María marca un punto de no retorno, mientras secretos del pasado comienzan a salir a la luz con una fuerza devastadora. Los capítulos 324 al 328 llegan cargados de tensión, amenazas, y un posible giro que podría reescribir el destino de varias familias.

Todo empieza con una bomba emocional: María está viva, pero herida… tanto por fuera como por dentro. A pesar del aparente accidente, su determinación es firme: denunciará a Andrés. Está convencida de que él la empujó, y no piensa quedarse callada. La noticia recorre la casa como un rayo, dejando a todos atónitos. Andrés, destrozado por la culpa aunque insiste en que no fue intencional, está dispuesto incluso a acudir a la policía para dar su versión. La posibilidad de enfrentarse a un juicio lo tiene al borde del colapso.

Pero este no es el único frente abierto. Marta y Begoña viven con el alma en vilo. Aunque Begoña fue testigo de lo ocurrido y sabe que no hubo intención, el miedo de que María siga adelante con la denuncia podría destrozar todo lo que han construido. Mientras tanto, Begoña se refugia en Luz, desahogando un miedo más profundo: si el diagnóstico médico de María es tan grave como temen, su historia de amor con Andrés podría morir antes de empezar.

Y es que, en medio de la tragedia, la tensión entre las familias Merino y De la Reina aumenta. Luz intenta explicar cómo ocurrió el accidente, pero en lugar de calmar los ánimos, sus palabras siembran aún más dudas. ¿Fue realmente un accidente? ¿O Andrés, llevado por la desesperación, cruzó un límite?

La aparición de Manuela en el hospital añade un matiz inesperado. Aunque los De la Reina creen que es la más adecuada para acompañar a María —dada su cercanía—, la joven herida la recibe con frialdad. ¿Qué se esconde tras ese rechazo? ¿Dolor, traición, resentimiento?

Raúl, aún aturdido por la resaca, se entera del accidente por boca de Manuela. La noticia lo sacude. El joven no cree en las coincidencias y está convencido de que hay más detrás de la caída. Su decisión es clara: irá al hospital y, si hace falta, se enfrentará a Andrés.

En paralelo, Digna decide posponer su luna de miel ante la gravedad del estado de María. Lo hace pese a la insistencia —rozando la insensibilidad— de Don Pedro, que no parece entender la magnitud emocional del momento. Al enterarse, Damián reacciona con frialdad, lanzando una gélida felicitación por su reciente boda. Lo que debería ser una etapa de felicidad se convierte en un nuevo espacio de incomodidad, tensión y distanciamiento.

Y justo cuando parece que nada más puede sacudir a los De la Reina, el pasado golpea la puerta con fuerza. Pedro, el patriarca, enfrenta a Joaquín con una terrible sospecha: cree que Don Pedro está ocultando algo. Mientras tanto, Damián revela su deseo de integrar a Gabriel oficialmente en la familia, una propuesta que despierta viejas heridas y rivalidades latentes.

Pero el momento más impactante de la semana llega cuando Irene, en un giro digno de una tragedia griega, firma el contrato laboral de Cristina. Lo que parece ser un simple trámite profesional se convierte en una revelación demoledora. Cuando Cristina le revela su fecha de nacimiento, Irene queda paralizada: es el mismo día en que ella dio a luz. La coincidencia es tan perfecta, tan dolorosamente exacta, que no puede ser ignorada. ¿Podría Cristina ser su hija? ¿La niña que creyó perdida? Mientras Cristina agradece emocionada la oportunidad que Damián le ha brindado, Irene se hunde en un mar de recuerdos, angustia y esperanza contenida.

La amenaza de María hacia Andrés crece cada minuto. Marta, incapaz de soportar la incertidumbre, va personalmente al hospital para conocer el estado de su hermana y comprobar si realmente va a seguir adelante con la denuncia. Y lo que descubre no deja espacio para dudas: María está convencida de que Andrés la empujó, y no piensa perdonar.

Este terremoto familiar sacude también las jerarquías laborales. Don Pedro, visiblemente molesto por las decisiones de Digna y la tensión reinante, relega a Joaquín a su antiguo cargo, marcando un retroceso profesional que podría despertar en él un deseo de venganza… o algo peor.

En medio de esta tormenta, María empieza a trazar un nuevo plan. Un plan de venganza meticuloso, dirigido no solo contra Andrés, sino también contra Begoña. Porque en su mente, todos tienen parte de culpa. Su dolor, su rabia y su necesidad de justicia podrían desencadenar consecuencias irreversibles.

Sueños de libertad se adentra así en uno de sus momentos más oscuros y apasionantes. Los personajes se enfrentan a sus peores miedos: la cárcel, la pérdida, la verdad, el pasado. Nada es seguro. Todo está en juego. Y cuando el pasado llama, a veces lo hace para quedarse.

Esta semana, la serie se convierte en una tormenta de emociones, donde cada personaje deberá decidir qué está dispuesto a sacrificar para sobrevivir… o para destruir.

¿Será capaz Andrés de demostrar su inocencia? ¿Logrará Irene descubrir si Cristina es realmente su hija? ¿Hasta dónde llegará María con su venganza? ¿Y qué papel jugarán Don Pedro y Damián en la nueva configuración del poder familiar?

No te pierdas Sueños de libertad del 9 al 13 de junio. Porque esta vez, la verdad no solo dolerá… también cambiará todo.