“No hay tiempo que perder… La niña se nos va.”
— Alonso, ante la desesperación de ver a Rafaela desfallecer sin remedio.

La Promesa entra en una semana donde la tragedia acecha en cada rincón, donde los lazos familiares se tensan al límite, y donde un personaje inocente lucha por su vida. La emisión será intermitente —lunes y jueves sin capítulo por el Tour de Francia— pero lo que ocurre martes, miércoles y viernes será suficiente para dejarnos sin aliento.

Capítulo 635 – Martes 15 de julio
El telón se abre con el fin de la peligrosa misión de Lope, quien regresa del palacio de los duques de Carril sin pruebas concretas y con un rostro que habla de fracaso. Su infiltración no solo ha sido en vano: ha despertado sospechas, traído consigo amenazas nuevas, y sembrado el desconcierto entre los suyos.

En paralelo, Martina, sumida en una rabia contenida, pronuncia palabras que pueden desencadenar un desastre. Una amenaza. Un cambio total. Nadie sabe si está hablando desde el dolor o si realmente planea destruirlo todo.

Leocadia y Lorenzo, los grandes titiriteros del mal, chocan en pleno plan de exilio para Ángela. Su supuesta alianza empieza a resquebrajarse. Donde antes había estrategia, ahora hay reproches y miradas llenas de odio.

Mientras tanto, Petra, que siempre creyó tener su trono en la casa, se siente arrinconada. El nuevo mayordomo, Cristóbal Vallesteros, le pisa los talones. Ella no está dispuesta a rendirse… pero todo indica que su poder se diluye como sal en el agua.

Y Catalina, siempre dispuesta a proteger lo que queda de armonía en La Promesa, se ve obligada a dejar de lado sus intentos de reconciliación con Martina para enfrentar un conflicto familiar de mayor gravedad.

Capítulo 636 – Miércoles 16 de julio
El ambiente se vuelve aún más opresivo. Leocadia, con su habitual veneno disfrazado de generosidad, regala un coche a Alonso. Un obsequio demasiado costoso para no esconder una trampa. ¿Qué busca realmente con este gesto? ¿Comprar voluntades? ¿Silenciar sospechas?

Pero ni eso es suficiente para restaurar el honor de Ángela. El rechazo de la nobleza, orquestado por el marqués de Andújar, la mantiene fuera de todo círculo social. La humillación es constante.

Y mientras el palacio lidia con su propia guerra fría, una niña arde en fiebre. Rafaela, pequeña y frágil, no mejora. Simona y Candela toman una decisión desesperada: acudir a un médico sin esperar el permiso de nadie. La pregunta angustiante flota: ¿se trata de algo grave? ¿Podrá salvarse?

El servicio también estalla. Petra, desobedeciendo a sus superiores, ayuda en secreto a María Fernández. Una chispa de humanidad en medio de tanta represión, pero que le costará caro.

En tanto, Lope reaparece, pero no como héroe. Confiesa su fracaso y revela una verdad que siembra el pánico: Lorenzo estuvo en el palacio de los duques de Carril. La sombra del capitán vuelve a oscurecer La Promesa.

Capítulo 637 – Viernes 18 de julio
El viernes, el dolor se instala sin permiso. Rafaela está peor que nunca. La fiebre no cede. Su respiración se debilita. Y Alonso, al borde de la desesperación, busca al mejor médico sin importar el precio. Porque lo que está en juego es más que la salud de una niña: es la estabilidad emocional de toda la casa.

Pero no es el único que pierde el control. Ricardo Pellicer, roto por la preocupación, descubre que Santos ha vuelto a sus viejos hábitos. ¿Hasta dónde caerá su hijo esta vez? ¿Podrá salvarlo o ya es demasiado tarde?

En los rincones ocultos del hangar, Enora toma una decisión radical. Quiere que Manuel rompa un antiguo pacto que los mantiene encadenados al pasado. No hay vuelta atrás: está dispuesta a romper todo para que él abra los ojos.

Y aunque Lope ha vuelto a la cocina, la paz no lo acompaña. Porque Cristóbal, silencioso pero implacable, ha puesto su atención sobre él. Lo que comenzó como una vigilancia casual, pronto se convertirá en una persecución directa. ¿Está en peligro el cocinero que todos aman?

El miedo, el amor y la ambición se entrecruzan en cada pasillo de La Promesa. Una niña podría morir. Un padre podría perder a su hijo. Un secreto podría romperlo todo.

Y en el centro, como una telaraña invisible, sigue moviéndose Leocadia, esa mujer que lo da todo para reinar… incluso si para ello debe destruirlo todo.