Los próximos capítulos de Sueños de libertad (329 al 333) nos sumergen en una vorágine de decisiones drásticas, corazones rotos y traiciones disfrazadas de sonrisas. Raúl, incapaz de soportar más la tensión, prepara su despedida mientras Gabriel, bajo una máscara de encanto, se infiltra entre los de la Reina con un propósito oculto.
Todo estalla cuando Raúl enfrenta a Andrés tras descubrir que el accidente de María pudo haber sido provocado. El ambiente se tensa al máximo, y solo la intervención de Manuela evita que los golpes lleguen. Al enterarse, María decide poner fin a la espiral de confrontaciones y corta definitivamente su relación con Raúl, confesándole que Andrés nunca la empujó. El chófer, herido, se marcha con el alma en pedazos.
En paralelo, en el laboratorio, Cristina comete un grave error al alterar una fórmula sin supervisión. Luis, furioso, la reprende con dureza. La joven, humillada, huye sin saber cómo enmendar su falta. Don Pedro, por su parte, se ve acorralado por Damián, quien lo amenaza con revelar la verdad sobre la separación de Irene de su hija. La sombra del pasado vuelve a envolverlo.
Pero no todo son amenazas y errores. La tragedia ha acercado a María y Andrés de forma inesperada. A pesar de su parálisis irreversible, María encuentra consuelo en su esposo, quien le promete no abandonarla. Sin embargo, ese compromiso lo lleva a tomar una decisión dolorosa: romper con Begoña. Ella queda devastada, sintiendo que ha perdido no solo al hombre que ama, sino también su lugar en su vida.
Mientras tanto, la llegada de Gabriel a Toledo parece inocente: asiste a cenas, se presenta como un aliado, conquista simpatías… pero es en realidad un infiltrado de Brasard, la competencia directa de los de la Reina por el contrato con Cobeaga. Solo Pelayo empieza a sospechar que algo no encaja y decide investigarlo.
En la tienda, Carmen recibe a su hermano Chema, quien intenta vender enciclopedias, pero su torpeza lo pone en peligro de ser despedido. Carmen, solidaria, decide ayudarlo. En otra parte, Irene se enfrenta a don Pedro al descubrir que le ocultó durante años el paradero de Cristina. La decepción es profunda, y su confianza en él, ahora quebrada.
Los capítulos avanzan y Raúl, tras disculparse con Andrés por su comportamiento, presenta su renuncia. La sorpresa de Andrés se convierte en comprensión cuando Manuela le revela que Raúl está enamorado de María. La revelación cambia su visión del joven para siempre.
En la fábrica, Gabriel inicia su recorrido de reconocimiento. Se topa con Tasio, quien reacciona fríamente cuando Damián no lo presenta como su hijo. Más tarde, Tasio confiesa a Gabriel la verdad de su vínculo. Las piezas del rompecabezas comienzan a encajar.
Por otro lado, Begoña, angustiada por su ruptura con Andrés, acude a Damián en busca de apoyo. Espera que él intervenga y aleje a Andrés de una vida que —según ella— solo le traerá sufrimiento. Damián, mientras tanto, presiona a su hijo para que regrese a sus obligaciones laborales y recupere el control de su vida.
Claudia, agotada por la sobrecarga de trabajo, pide ayuda a Fina. En casa de los Merino, la existencia de Gabriel y Bernardo sacude a todos. Digna queda impactada al descubrir que su familia le ocultó durante años una verdad tan fundamental.
En una de sus visitas a la mansión, Gabriel conoce a María, quien no tarda en advertirle que la familia Reina puede ser peligrosa. Él toma nota, pero no parece dispuesto a alejarse. Su presencia levanta sospechas también en Pelayo, que comparte sus dudas con Marta. Ella decide confrontarlo, pero Gabriel, con su encanto habitual, sale ileso del interrogatorio.
Joaquín empieza a desconfiar de Irene y le revela sus sospechas a Gema. Juntos inician una discreta investigación para descubrir qué pasó realmente la noche del sabotaje. Irene, sin embargo, no está dispuesta a dejarse acusar tan fácilmente.
Mientras tanto, Marta le da a Luis una gran noticia: Cobeaga ha elegido finalmente a perfumerías de la Reina para su nuevo perfume. Es un triunfo profesional que Luis celebra con entusiasmo. Pero el ambiente familiar sigue siendo turbio.
María insiste en que Andrés no vuelva a la empresa. Lo quiere únicamente para ella, impidiendo su retorno a la vida laboral. Damián, indignado por la situación, amenaza con internarla si continúa manipulando a su hijo. María, dolida, le cuenta a Andrés lo ocurrido, y él, cegado por su amor, se enfrenta a su padre.
En otra escena, Irene se sincera con Digna sobre Cristina. Digna, buscando reconstruir los lazos rotos, habla con don Pedro, quien le da su versión de los hechos. Irene, confundida, empieza a cuestionar sus certezas.
Begoña, rota por dentro, se refugia en Luz. La conversación entre ambas revela la profunda tristeza de la enfermera. Luz, a su vez, se convierte también en un apoyo vital para Gema, que teme por su salud y necesita compañía para visitar al cardiólogo.
En la recta final, Gabriel se cruza con Irene y aprovecha para sacar información valiosa. Su plan avanza, y cada vez está más cerca de sus objetivos. Gema, decidida a descubrir la verdad, empieza a interrogar sutilmente a Irene. Aunque la tensión crece, la secretaria no cede.
Pelayo invita a Marta a una cacería política de alto perfil, crucial para su futuro. Mientras tanto, Digna defiende a don Pedro frente a Irene, explicando que cuando la apartó de Cristina, lo hizo con buena intención. ¿Será suficiente para obtener su perdón?
Gema se siente traicionada por Luz, quien no acudió a su cita médica. Dolida, le exige explicaciones. La tensión entre ellas crece, cerrando esta semana cargada de revelaciones, traiciones y decisiones que marcarán el rumbo de todos.
Raúl, al borde del adiós. Gabriel, el enemigo en casa. Y María, cada vez más decidida a quedarse con todo… incluso si debe enfrentarse a quien sea. Sueños de libertad entra en su fase más intensa.