En el capítulo 350 de Sueños de Libertad, el futuro de Pelayo da un giro inesperado que podría cambiarlo todo: su vida política, su familia y hasta su relación con Marta. Todo comienza cuando Marta entra en la sala donde Pelayo, abstraído y pensativo, revisa algo en su tablet. Se sienta a su lado con expresión grave y le dice sin rodeos: “Te estaba buscando. Tenemos que hablar. Es importante.”

Lo que Marta le cuenta a continuación es un terremoto: ha recibido una llamada de la esposa de Miguel Ángel Vaca, el hasta ahora inquebrantable candidato a gobernador civil. En esa llamada, la mujer le reveló una verdad oculta durante años: Miguel Ángel tuvo una relación secreta en Madrid… y una hija no reconocida. Una historia íntima, dolorosa, que no debería haber salido a la luz. Pero lo ha hecho. Y con fuerza. La noticia ya está en todos los medios.

Pelayo había leído algunas filtraciones, pero al escucharlo directamente de Marta, se queda sin palabras. Ambos comparten una sensación de traición y desilusión. Miguel Ángel siempre había sido un referente para ellos, un hombre firme, digno del cargo que iba a asumir. Pero este escándalo lo cambia todo. Su carrera política está en juego. Su imagen, destruida.

Marta, con esa lucidez política que la caracteriza, no tarda en ver lo evidente: ahora, Pelayo vuelve a estar en carrera. Con Miguel Ángel desacreditado, sus posibilidades reales de convertirse en gobernador civil resurgen. Él asiente, aún sin digerir lo que ocurre, y menciona que debería llamar a Miguel Ángel, hablar con él, entender lo que está pasando. Pero Marta lo detiene con una hipótesis explosiva: “¿Y si fue Miguel Ángel quien permitió que la noticia se filtrara?”

La idea suena descabellada… pero no imposible. Marta plantea que quizás Miguel Ángel, al ver cómo Francisco Cárdenas estaba siendo impuesto como candidato, haya preferido sabotearse a sí mismo para dejar el camino libre a quien considera el verdadero merecedor del cargo: Pelayo. “Tiene amigos en la prensa. Tal vez por una vez decidió usar su poder para corregir algo injusto”, le dice. “En política, esas cosas pasan. Cuando tienes poder, una llamada basta para derribar cualquier obstáculo.”

Pelayo no está convencido. Conoce a Miguel Ángel. O al menos cree conocerlo. No le parece propio de él jugar sucio, ni siquiera por una buena causa. Pero Marta insiste: no hay que subestimar el peso de los principios cuando se mezclan con el poder. Le recuerda que ese mundo está lleno de estrategias, de amistades traicioneras, de fidelidades efímeras. Si algún día llega a ser gobernador, tendrá que aprender a navegar en esas aguas turbias sin perderse en ellas.

La conversación se vuelve más sombría. Marta, con firmeza, le advierte: “Tendrás que estar alerta. Muchos se harán pasar por amigos… pero si no consiguen lo que quieren, se volverán en tu contra.” La política, como la vida, está llena de máscaras.

Para aliviar la tensión, Pelayo cambia de tema. Le cuenta una noticia que había guardado como sorpresa: ya ha comprado los billetes para Londres, ha reservado el hotel y tienen cita para el tratamiento de fertilidad el próximo miércoles. Marta se queda sorprendida. No se lo esperaba. Él, con una sonrisa suave, le pregunta si está nerviosa. Ella, con sinceridad, responde que sí… que tiene miedo, que convertirse en padres cambiará sus vidas para siempre.

Y ahí, en ese instante íntimo, la política, el escándalo, las estrategias… desaparecen. Solo quedan ellos dos. Marta y Pelayo. En silencio, fundidos en un abrazo que lo dice todo. No necesitan palabras. Saben que lo que viene será grande, difícil, transformador. Pero también saben que lo enfrentarán juntos.

El episodio cierra con esa imagen: dos almas entrelazadas, al borde de una nueva etapa. Un futuro incierto en lo político, pero lleno de esperanza en lo personal. Marta ha vuelto a demostrar que no solo es una mujer fuerte y perspicaz, sino también el pilar que sostiene a Pelayo cuando el mundo se tambalea.

Mientras los medios devoran el escándalo de Miguel Ángel y los partidos se reorganizan en busca de un nuevo candidato, la vida personal de los protagonistas avanza a paso firme. Londres espera. El tratamiento está cerca. Y el destino, ese que parecía haberse desviado, vuelve a alinearse para ellos.

Porque a veces, el mayor escándalo… abre la puerta a los cambios más esperados. Y cuando el poder y el amor se entrecruzan, solo los valientes logran salir ilesos.

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