“No puedo quedarme, Marta… No puedo más.” Esas fueron las palabras de Fina, pero Marta no las escuchó. En una de las decisiones más difíciles de su vida, Fina elige partir sin decirle a Marta la verdad: el chantaje de Pelayo la ha llevado a la desesperación, y su único escape es huir. Nadie podía anticipar que la fuerte conexión entre ellas se vería rota por una mentira, un secreto que Fina decide guardar, incluso a costa de su felicidad y la de Marta.
Todo esto sucede mientras en la colonia, los conflictos se entrelazan. Begoña y Gabriel han dado un paso hacia adelante, pero los miedos de Begoña por sus relaciones pasadas la hacen dudar. A pesar de las inseguridades, con la ayuda de Luz, ella decide abrirse a la posibilidad de un amor nuevo, a dejar atrás el temor de que su historia se repita con los mismos fracasos. Andrés, devastado por la idea de perderla para siempre, trata de aceptar su felicidad, aunque el dolor lo consume y lo aleja más de Begoña. En ese proceso, María se convierte en su confidente, pero su amor por él también está lleno de complicaciones. La conexión entre ellos sigue siendo inestable, mientras María oculta sus propios miedos y deseos.
El lunes 18 de agosto, Irene descubre la verdad sobre José Gutiérrez, el hombre que cambió su vida y que ahora parece estar ligado a secretos oscuros del pasado. Damián, tratando de proteger a su hermano Pedro, le revela lo que nunca quiso escuchar. La verdad sobre Pedro y su implicación en las desapariciones de personas cercanas a Irene y Cristina comienza a emerger, empujándola a tomar una decisión que podría cambiar su destino por completo.
Pero, lo más desgarrador de todo es el episodio protagonizado por Fina, quien organiza una sesión de fotos con Marta y Pelayo para proyectar la imagen de una vida perfecta. Sin embargo, la frase de Fina al final del brindis es inquietante: suena como una despedida, una despedida que nadie esperaba. Santiago, quien ha escapado de prisión, se encuentra cerca, y su presencia amenaza con destruir la falsa calma que había en la colonia.
A medida que la situación en la fábrica se agrava con los problemas respiratorios de los trabajadores, Luz y Begoña sienten la urgencia de actuar. La crisis sanitaria avanza y don Pedro se muestra indiferente, lo que lleva a Luz y Begoña a hacer lo que parecía imposible: alertar a la junta directiva sobre la gravedad de la situación. Mientras tanto, Cristina, atrapada entre la mentira y la verdad, lucha por entender lo que está sucediendo en su vida. Raúl, aunque en un principio parecía ser una solución, no es más que otro eslabón en una cadena de secretos y mentiras.
El martes 19 de agosto, la situación se intensifica cuando Fina, al borde del colapso, recibe la ayuda de Pelayo, quien se convierte en el único que parece entenderla. Pero lo que Pelayo no sabe es que Fina ha tomado una decisión irrevocable. La cercanía entre Gabriel y Begoña crece, mientras Andrés se enfrenta a sus propios demonios, enfrentando el hecho de que la vida de Begoña avanza sin él.
El miércoles 20 de agosto, la tragedia alcanza su punto máximo cuando Fina, en un giro inesperado, decide acabar con la amenaza que Santiago representa para su vida y la de Marta. El desenlace es fatal: Fina mata a Santiago en un acto de defensa desesperada. Pelayo, al enterarse, se convierte en el único que tiene pruebas del crimen y se las guarda, sabiendo que esta evidencia podría ser clave para controlar a Fina en el futuro.
El viernes 22 de agosto, Pelayo, al darse cuenta de que Fina está al límite, la acorrala aún más, exigiéndole que ceda a su chantaje. Gabriel, al mismo tiempo, continúa su relación con Begoña, pero algo empieza a cambiar. La confianza entre ellos se ve amenazada por la creciente desconfianza que María empieza a sentir hacia sus intenciones.
Mientras los problemas de la fábrica siguen sin resolverse, Luz y Begoña se enfrentan a una nueva crisis. La salud de los trabajadores sigue empeorando, y el destino de la colonia parece más incierto que nunca. En un giro final, Fina, incapaz de lidiar con la presión, toma la decisión más difícil de su vida: se marcha sin decirle adiós a Marta, dejando atrás un vacío lleno de preguntas sin respuesta.
La semana del 18 al 22 de agosto no solo trae consigo revelaciones, sino también un sentimiento de impotencia y desesperación para muchos de los personajes de Sueños de Libertad. ¿Cómo afectará la partida de Fina a Marta? ¿Podrá Gabriel ganar la confianza de Begoña, o la sombra de Andrés será demasiado grande para superar? ¡Estén atentos, porque lo que viene es aún más impredecible!