Los próximos acontecimientos en Sueños de Libertad nos sumergen en un torbellino de traiciones, ambiciones sin freno y decisiones que marcarán para siempre el futuro de la familia. En el centro de todo: María, quien ha cruzado una línea que nadie se atrevía a imaginar.
María desata su lado más despiadado y plantea un ultimátum explosivo: si no expulsan a Begoña de la casa de los de la Reina, venderá las acciones de Julia… ¡a don Pedro! Esta amenaza no es un simple farol. María está dispuesta a dinamitar la armonía familiar con tal de conseguir lo que quiere.
Don Pedro, mientras tanto, se muestra cada vez más impaciente y colérico. En una tensa conversación con su hermana Irene, confiesa estar profundamente molesto por la postura de Digna. Él no comprende cómo ella pudo cambiar de parecer y aceptar venderle las acciones a María. Irene intenta calmarlo, planteando que tal vez Digna solo busca proteger el legado familiar. Pero Pedro lo ve claro: para él, Digna y sus hijos siempre han querido destruir a su familia, y ahora ve su oportunidad para aniquilar a los de la Reina de una vez por todas.
Irene intenta frenarlo, recordándole las posibles consecuencias de sus actos. Pero Pedro, cegado por su sed de poder, sentencia que esto no tiene que ver ni con Digna ni con Damián, sino con el control absoluto. Su ambición ha alcanzado un punto sin retorno.
Mientras tanto, en el seno de los Merino, también crece la tensión. Joaquín y Luis no entienden por qué su madre confió a María la gestión de la herencia de Julia. Digna intenta justificar su decisión, asegurando que lo hizo para proteger a los suyos. Sin embargo, ahora teme que María se haya vuelto un peligro, alguien que no dudará en utilizar las acciones para sus propios fines.
En otra escena crítica, Damián y Andrés discuten acaloradamente. Damián, alarmado ante la posibilidad de que Pedro compre las acciones, insiste en que Andrés es el único que puede hacer entrar en razón a María. Aunque Andrés detesta a María y no quiere ni compartir techo con ella, su primo le implora que intervenga antes de que sea demasiado tarde.
Las tensiones se multiplican. En la casa Merino, Digna sugiere usar las tierras de Jesús para financiar la compra de acciones y mantenerlas en la familia. Pero Joaquín y Luis dudan: el dinero no alcanza, y el riesgo es enorme.
Mientras tanto, Julia regresa a casa tras triunfar en una obra de teatro. La familia se muestra orgullosa, pero María rápidamente enturbia el momento anunciando que ha recibido otra oferta por las acciones, esta vez de Brosa. Lo dice con una sonrisa irónica: “Las cosas se están poniendo interesantes”, advierte.
En paralelo, se desarrollan otras tramas: Luz cuida a Teo, quien está enfermo, pero sin gravedad. Luis brilla en su trabajo con perfumes y firma un contrato exclusivo. Marta y Tasio avanzan con un nuevo proyecto llamado “Despertar”. Las chicas de la tienda, aunque preocupadas por problemas personales, se animan al recibir noticias de un bono económico.
Pero el núcleo de todo sigue siendo María. En una escena crucial, María exige a Andrés’s que expulses a Begoña de la casa. Andrés se niega rotundamente, acusándola de actuar por venganza. María, fría y calculadora, le deja claro que no se detendrá. Si para vengarse de Begoña y Andrés debe vender las acciones de Julia, lo hará sin pestañear.
La familia se desmorona. La lucha por las acciones de Julia enfrenta a todos. María juega sus cartas con maestría, desatando una guerra que amenaza con destruir la empresa y los lazos familiares. Claudia y Carmen, por su parte, enfrentan un lío al perder una bolsa con muestras de perfumes que debían entregar a Miranda, lo que podría costarles caro.
Y mientras todo arde, Julia observa en silencio desde la ventana, ajena a la magnitud de la tormenta que se avecina.
Con cada capítulo, Sueños de Libertad se convierte en un campo de batalla donde el poder, el legado y la venganza se entrelazan en una danza peligrosa. ¿Será posible salvar a la familia antes de que sera demasiado tarde? ¿O ya es inevitable el desastre?
No te pierdas el próximo episodio, donde María demostrará que está dispuesta a todo… incluso a romper con quienes alguna vez la llamaron familia.