¡Bienvenidos, amantes de Sueños de Libertad! El capítulo 302 llega cargado de tensiones, decisiones valientes y amenazas que podrían cambiar el curso de varios destinos. Desde el primer momento, el ambiente en la casa de los De la Reina está cargado de incomodidad. Durante el desayuno, todos comentan cuánto se ha vuelto insoportable lidiar con María. Sus actitudes altivas y su alianza secreta con Don Pedro empiezan a colmar la paciencia de todos.

Damián, preocupado por cómo la situación podría afectar a la pequeña Julia, insiste en que deben hablar con María cuanto antes. Cuando ella aparece preguntando por Marta, Pelayo le informa que su esposa ha ido directamente a la fábrica. María, como siempre, no pierde la oportunidad de hacer comentarios venenosos sobre lo “independientes” que son los matrimonios modernos, mientras Andrés y Begoña prefieren retirarse discretamente, dejando a Pelayo y al padre de Marta a solas con ella.

En paralelo, Don Agustín comparte con Digna una confidencia: cancelar la visita de posibles padres adoptivos al orfanato fue una tarea complicada. Las monjas lo tomaron muy en serio. Digna le responde con una gran noticia: se casará con Carpena. Aunque el cura le lanza una mirada escéptica, ella le aclara que no busca aprobación ni ceremonia inmediata, solo quería compartir su felicidad.

De regreso en casa, María se pregunta por qué todos la evitan. El padre de Marta le responde sin filtros: por su soberbia y su actitud caprichosa. Aunque María afirma que esas críticas ya no le afectan, no puede evitar sentirse acorralada cuando él la confronta directamente. Además, Damián lanza la acusación que todos temen decir en voz alta: saben que María está aliada con Don Pedro. Ella, por supuesto, lo niega rotundamente, aunque la duda ya se ha sembrado.

Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, Gema y Joaquín se ven envueltos en una difícil decisión. Su primo, padrino de Teo, un niño de 12 años, les ruega que lo adopten. Aunque la pareja había soñado con un niño más pequeño, el lazo de sangre con la madre del niño –una prima muy cercana a Gema– hace que reconsideren todo. Finalmente, conmovidos por la situación, aceptan hacerse cargo de Teo, sabiendo que es un acto de amor y responsabilidad.

Pero mientras unas familias se forman, otras se tambalean. El padre de Marta juega una peligrosa partida. Llama a Berta, la hermana de Víctor, y le lanza un mensaje velado: pronto espera respuestas sobre el asesino de su hermano. Esta llamada es una amenaza directa a María, advirtiéndole que, si sigue pasando información a Don Pedro, Berta descubrirá la verdad sobre la muerte de Víctor. La tensión sube cuando María le responde que él también debería tener cuidado con ella. El juego de chantajes está servido.

En la fábrica, Don Pedro también se encuentra bajo sospecha. Andrés lo confronta por su conducta y por su reunión reciente con el cura, pero Pedro se hace el inocente. Justo entonces aparece Digna, y Don Pedro aprovecha para ofrecerle una excusa aparentemente honesta: se reunió con el sacerdote para informarle de su futuro matrimonio, en honor a su difunta esposa. Digna, ingenua o enamorada, le cree y lo defiende, sin sospechar que Pedro ya sabe que lo están vigilando desde dentro.

En una escena profundamente emocional, el doctor entrega a su hijo unas cartas escritas por su difunta esposa. Aunque el joven al principio las rechaza, finalmente accede a leerlas. Padre e hijo se reconcilian en una conversación sincera, donde el médico logra explicar su pasado, sus errores y su deseo de redención. La figura de Irene vuelve a cobrar relevancia, ya que fue ella quien facilitó este reencuentro, y el padre de Marta se lo agradece personalmente.

Pero la escena más conmovedora del capítulo llega de la mano de Marta. En una conversación íntima con Pelayo, le confiesa su decisión de incluir a Fina en su testamento. Pelayo se muestra preocupado: teme las repercusiones que esa decisión pueda acarrear dentro de la familia. Sin embargo, Marta se muestra firme, convencida de que Fina se ha ganado un lugar no solo en su corazón, sino en su legado. Más tarde, Fina sufre un ataque de ansiedad debido a la presencia de un nuevo empleado que despierta sospechas. Marta la consuela con ternura, demostrando que su decisión no es un simple impulso, sino un acto de profundo cariño.

A todo esto, Don Pedro e Irene comienzan a sospechar del misterioso nuevo empleado, apodado por algunos como “don espía”. Aunque intentan descubrir alguna prueba que lo incrimine, el hombre ha sido cuidadoso y responde a todo sin errores. Por el momento, no pueden hacer nada más que observar.

El capítulo se cierra con una escena tensa y definitiva. María recibe una llamada que la estremece: es Berta, la hermana de Víctor. Aunque intenta mantener la compostura, sabe que cada paso en falso puede delatarla. El padre de Marta, firme, le recuerda que no permitirá que ella destruya a su familia desde dentro. Pero María, como una fiera herida, no se achica: le advierte que también ella tiene poder y secretos que podrían volverse en su contra.

Así concluye un capítulo lleno de revelaciones, advertencias y decisiones que estremecen las estructuras de poder en Sueños de Libertad. ¿Qué consecuencias traerá la inclusión de Fina en el testamento de Marta? ¿Berta descubrirá finalmente la verdad sobre la muerte de su hermano? ¿Y logrará María mantener su doble juego o terminará cayendo por su propia ambición?

No te pierdas lo que viene. ¡Las piezas del tablero se mueven y el final del juego está cada vez más cerca!

¿Te gustaría que también prepares un avance para el capítulo 303?