Begoña parece decidida a dar vuelta la página. Tras una amarga conversación con Andrés, en la que él elige permanecer junto a María por deber y culpa, ella asume que ese capítulo de su vida ha terminado. Sin embargo, mientras intenta refugiarse en su vocación como enfermera, un hecho inesperado sacude su mundo: un hombre desesperado irrumpe en el dispensario buscando medicamentos para su hijo enfermo. Su desesperación se transforma en violencia, y Begoña termina inconsciente en el suelo tras intentar detenerlo. Este episodio no solo deja huellas físicas, sino también emocionales.
Mientras tanto, en la casa de los De la Reina, María manipula a Andrés con su fragilidad emocional, rogándole que vuelva a dormir con ella “por seguridad”. Andrés accede, sintiéndose cada vez más prisionero de una situación que lo asfixia. María, por su parte, celebra su victoria, aferrándose a la idea de que recuperó el control sobre su esposo.
Claudia, en las dependencias del servicio, sigue afectada por la partida de Raúl. La gobernanta Manuela sospecha que hay sentimientos involucrados y no duda en enfrentarla con una verdad que Claudia no puede negar: está enamorada. Mientras tanto, Cristina se ve atrapada entre un compromiso estable con Beltrán y el magnetismo peligroso de Gabriel, el nuevo abogado de la empresa. Irene, preocupada, alerta a Damián sobre la influencia que Gabriel está ejerciendo sobre Cristina.
En el plano empresarial, Damián propone celebrar el 25º aniversario del perfume Lavanda De la Reina, una jugada estratégica para contrarrestar el poder de Don Pedro. Pero esta iniciativa provoca fricciones con los Merino, especialmente con Joaquín, quien ve el proyecto como una traición al legado de su padre. Luis, por su parte, se siente marginado nuevamente, mientras Don Pedro aprovecha la tensión para intentar atraerlo a su bando.
Pelayo ofrece a Fina y Marta un futuro esperanzador: formar una familia con su ayuda como padre biológico. Aunque Fina se ilusiona, Pelayo le revela que Marta enfrenta un problema de salud que podría complicar el tratamiento. A pesar del miedo, Fina decide dar el paso. “Quiero que seamos madres, juntas”, le confiesa a Marta frente al río Tajo.
Gabriel, tras robar la llave del laboratorio de Cristina, planea acceder a la fórmula del nuevo perfume. Su juego de seducción culmina con un beso que deja a Cristina confundida. Luis, al observar su cercanía, empieza a sospechar. Damián enfrenta a Gabriel y le exige que se aleje de Cristina, pero él finge obediencia mientras sigue adelante con su plan.
El ataque a Begoña se convierte en escándalo, y Don Pedro exige sanciones ejemplares. Aprovecha para culpar a Marta, Tasio y Andrés de las fallas en la seguridad. Andrés, devastado al saber del ataque, intenta ir a verla, pero María lo detiene con chantaje emocional. Finalmente, logra escabullirse y visita a Begoña, quien le pone punto final a su historia: “Esto se tiene que acabar. Aléjate de mí. Para siempre”.
Esa noche, Gabriel entra al laboratorio y comienza su verdadera jugada: robar la fórmula de Luis Merino. Al mismo tiempo, Claudia se debate entre su corazón y la razón, Irene intenta proteger a Cristina, y Fina y Marta sueñan con un futuro que apenas comienza. Pero en Sueños de libertad, cada esperanza lleva consigo una amenaza.
Y así, entre traiciones, ilusiones y decisiones que marcarán el futuro, la semana del 7 al 11 de julio promete ser una de las más intensas para los habitantes de Toledo. Begoña, golpeada por dentro y por fuera, encuentra en su determinación una nueva luz: la libertad emocional. Y esa, a veces, es la más difícil de conquistar.