Seyran se ha pasado. Durante una conversación, ha contado delante de todos que, una noche de fiesta, Suna, borracha, besó a Ferit. También ha dicho que cuando su hermana bebe, no quiere dejarla sola, por miedo a que vuelva a pasar lo mismo.
Sus palabras, dichas sin pensar, han hecho que Suna se sintiera muy avergonzada. Más tarde, Seyran ha ido a verla para pedirle perdón. Ha reconocido que se dejó llevar por los nervios: “Ferit me saca de quicio. No pensé en lo que decía”.
Pero Suna no se ha quedado callada. Le ha dicho lo que sentía sin dejarse nada: “Soy tu hermana mayor. Soy de tu sangre. Estaré a tu lado cuando todos se vayan. Pero me has avergonzado delante de todos”.
Asuman, que estaba con ellas, ha intentado calmar la situación. Ha dicho que Ferit siempre provoca a Seyran y que eso no ayuda.
Finalmente, Seyran se ha disculpado de corazón. Y Suna, aunque dolida, la ha perdonado. Se han abrazado con cariño, demostrando que, pese a todo, el amor entre hermanas sigue ahí.