Un bautizo que debía ser motivo de alegría se transforma en un escenario de caos, desesperación y tragedia en La Promesa. El capítulo 610, que se emite este jueves 5 de junio, nos arrastra a una jornada repleta de tensión, donde los secretos estallan y el drama alcanza su punto más álgido.
Todo comienza con una ausencia inquietante: Eugenia ha desaparecido del palacio. Pero no se ha marchado sin dejar huella. Su hijo, Curro, descubre con horror que su madre ha escapado para asistir al bautizo de los mellizos de Catalina y Adriano, y lo ha hecho llevándose algo aterrador: una pistola. La misma que escondía el capitán en un cajón, y que ahora cambia el curso del destino de todos los presentes.
Mientras los invitados se preparan para una ceremonia tranquila, Eugenia irrumpe en la celebración con el arma en mano, cegada por su fragilidad emocional y las heridas del pasado. Curro, temiendo lo peor, parte tras ella, sabiendo que su madre es impredecible. Pero no llega a tiempo. Un disparo retumba entre los muros del palacio. ¿La víctima? El propio Adriano, quien intentó mediar en medio de la tensión. Su gesto noble le cuesta caro: cae herido, con una bala en el abdomen.
La enfermera Emilia, presente en la escena, evalúa rápidamente la situación. La herida es grave, y el tiempo corre en su contra. Pero no es la única tragedia que sacude a la familia: el pequeño Andrés ha desaparecido. Catalina, al descubrir que su hijo no está en su cochecito, entra en pánico, gritando su nombre, rompiéndose por dentro. La pesadilla se confirma: Eugenia ha huido con el bebé en brazos.
La desesperación alcanza su clímax cuando Eugenia aparece, desde lo alto del torreón, sujetando al niño. Su mirada está vacía, perdida en un abismo interior que amenaza con tragarse todo a su paso. Grita, llorando, dispuesta a lanzarse al vacío con el bebé si alguien intenta detenerla. Solo Curro puede alcanzar ese rincón del alma que aún queda en ella. Corre escaleras arriba, jadeando, implorando que no lo haga. ¿Podrá detenerla? ¿O será testigo del acto más desgarrador que una madre pueda cometer?
Mientras tanto, en La Promesa, la noticia de lo ocurrido empieza a filtrarse. Ricardo Pellicer y Pía se dan cuenta de la gravedad de la situación. El mayordomo no duda en alertar a la Guardia Civil, que parte de inmediato rumbo al lugar del bautizo. El servicio en palacio se inquieta al notar que los señores no regresan. Nadie sabe exactamente lo que ocurre, pero los rumores crecen y el miedo comienza a circular como un veneno silencioso.
En medio de esta tormenta, Petra Arcos recibe un golpe inesperado: Catalina ha ordenado su despido, responsabilizándola de la excomunión del padre Samuel. Rómulo es quien se lo comunica con frialdad, provocando una oleada de tensión. Petra intenta defenderse, mostrar otra cara, una más benévola, pero el daño ya está hecho. Su reputación, construida sobre años de manipulación y crueldad, le juega en contra. Nadie le cree. Su despedida promete ser amarga… aunque quizás no definitiva, si Leocadia —que no fue consultada— decide intervenir. La tensión entre ambas señoras estalla: ¿quién tiene la autoridad final?
Por otro lado, Martina y Jacobo también protagonizan su propio drama. Su ausencia en el bautizo no pasa desapercibida. Jacobo ha decidido no asistir como forma de chantaje emocional hacia Martina, alegando que no quiere ser parte de una foto familiar si existe la posibilidad de que su compromiso no llegue al altar. Martina, atrapada entre el deber y la presión, cede una vez más, víctima de un vínculo que se asemeja cada vez más a una forma de maltrato psicológico. La relación se tambalea, y todos lo notan… salvo ella.
Y mientras la sangre corre, los secretos arden y las emociones se desbordan, Toño y Manuel nos muestran que también el dinero puede ser un arma peligrosa. A pesar de haber sido robado por Toño, Manuel, en un acto de ingenuidad o debilidad, quiere ayudarlo a saldar sus deudas. Le pide dinero a Leocadia, disfrazándolo como una inversión para su negocio. Ella acepta, pero con una condición: se quedará con el control mayoritario del negocio. Así, sin apenas darse cuenta, Manuel entrega lo poco que le quedaba de independencia. Su padre cometió errores similares. ¿Repetirá su destino?
Este capítulo 610 es una bomba emocional lista para estallar. La vida y la muerte se disputan el aire en cada rincón de La Promesa. Curro se enfrenta al mayor desafío de su vida: salvar a su madre de sí misma. Eugenia, desgarrada por un pasado que la consume, tiene en sus brazos dos destinos: el de su nieto y el suyo propio. Catalina lucha por no derrumbarse. Petra se enfrenta al exilio. Martina, a un amor tóxico. Y Manuel, a las cadenas que él mismo se forja.
No te pierdas el capítulo 610 este jueves 5 de junio a las 17:50. La Promesa está más viva que nunca, y más cerca del abismo.