La semana del 26 al 30 de mayo en La Promesa llega cargada de tensión, revelaciones inquietantes y decisiones que marcarán el futuro de muchos de los habitantes del palacio. Pero sobre todo, un nombre vuelve a tomar protagonismo: Eugenia, cuya salud mental y física comienza a deteriorarse de manera alarmante, víctima de una cruel conspiración que no da tregua.

Manuel, tratando de poner orden entre tantas intrigas, contacta con el destacamento de Valverde de la Jara tras la extraña denuncia de Toño sobre un supuesto robo. Pero lo que descubre lo deja atónito. Sin querer perder más tiempo, decide delegar la investigación al sargento Burdina, quien no tarda en desenterrar una verdad incómoda: todo lo denunciado por Toño era una farsa. Este descubrimiento obliga a Manuel a cambiar radicalmente su estrategia, mientras crecen las sospechas sobre lo que verdaderamente se oculta tras los muros de La Promesa.

En paralelo, Lisandro no cesa su acoso hacia Curro, generando un clima cada vez más tenso. Curro, sin embargo, está concentrado en otra verdad más dolorosa: cree haber encontrado al verdadero culpable de la muerte de su hermana Hann. Así se lo confiesa a Pía, revelando que todas las pistas apuntan a Jacobo. En busca de pruebas definitivas, recurre a Manuel para esclarecer los vínculos entre Jacobo y Esteban Montecaro, pero lo que descubre es aún más perturbador.

La figura del duque de Carvajal y Cifuentes reaparece en escena, removiendo el pasado de muchos. Adriano, al reconocerlo, recuerda sus turbios tratos con el conde de Monteverde, y sospecha que su reaparición no es casual. Mientras tanto, Leocadia y Lorenzo siguen tejiendo una red de manipulación macabra con un objetivo claro: llevar a Eugenia al borde de la locura. Leocadia, con dulzura engañosa, le promete noticias sobre Cruz para mantenerla entretenida, mientras Lorenzo manipula el ungüento con el que tratan las piernas de Eugenia, agregando sustancias prohibidas que afectan su mente y cuerpo.

La desestabilización emocional de Eugenia no pasa desapercibida. Teresa alerta a Petra y Rómulo sobre un violento episodio que la involucra con el Capitán de la Mata, lo que acrecienta las preocupaciones sobre su estado mental. María Fernández también nota comportamientos erráticos y, con astucia, se infiltra en el cuarto del sacerdote. Allí encuentra una carta del obispado que podría alterar el curso de los acontecimientos. ¿Qué contiene esa carta? ¿Cómo la usará María para enfrentar las injusticias?

En medio de tantas sombras, surgen momentos de ternura y reflexión. Rómulo y Emilia, tras tantas heridas del pasado, empiezan a reconciliarse sinceramente, compartiendo silencios que dicen más que mil palabras. Pero justo cuando la paz parece cercana, Emilia le confiesa a Rómulo que se marchará de La Promesa. ¿Por qué? ¿Qué secreto guarda aún en el corazón?

Vera, por su parte, recibe una lujosa pulsera de esmeraldas de parte de Luján. Fascinada al principio, pronto descubre que la joya es falsa, y confronta a López, quien se muestra visiblemente desconcertado. Este descubrimiento no solo afecta su relación, sino que también enreda a Curro y Luján en un nuevo dilema relacionado con la procedencia de las joyas.

Mientras tanto, Petra continúa su sutil metamorfosis. Aunque muestra una actitud más amable, sus compañeros siguen recelosos, dudando de la autenticidad de su cambio. María Fernández sospecha que fue Petra quien denunció a Samuel ante la Iglesia, lo que añade una nueva capa de conflicto entre los sirvientes del palacio.

La política familiar también está en ebullición. Alonso exige a Adriano un gesto inesperado tras su enfrentamiento con el duque. Presionado por Leocadia, Alonso intenta convencer a Catalina y Adriano de aceptar al duque como padrino de sus hijos, olvidando las ofensas pasadas. Leocadia, por su parte, urde un plan secreto que utiliza a los bebés de Catalina como piezas clave para conectar a los Luján con los Carvajal y Cifuentes. ¿Qué pretende realmente?

El dolor por las ausencias también marca esta semana. Ricardo, sumido en la tristeza, sigue esperando el regreso de Santos. Con el alma rota, le confiesa a Pía el vacío que ha dejado su hijo. Mientras tanto, la verdad sobre Hann está a punto de salir a la luz: Curro afirma saber quién la mató, pero ¿será cierto o una falsa esperanza?

El clímax se alcanza cuando Eugenia, cada vez más frágil, comienza a sufrir lapsos severos de memoria y se quiebra emocionalmente. Leocadia aprovecha cada fisura en su mente para manipularla, incluso usando a los hijos de Catalina como instrumento de presión. Petra, en un intento por distraer a todos, organiza el bautizo de los gemelos, pero María Fernández, firme, le expresa su descontento, mientras sigue preocupada por el destino de Samuel.

En medio de este torbellino emocional, Eugenia se convierte en el epicentro de una tormenta de traiciones, ambiciones y mentiras. Aunque logra salir brevemente de La Promesa, sigue siendo víctima de los oscuros planes de Leocadia y Lorenzo, quienes no cejan en su objetivo de aniquilar su lucidez.

Y así concluye una semana explosiva en La Promesa, donde el estado de Eugenia se convierte en una advertencia viva de hasta dónde puede llegar la maldad escondida tras los rostros más afables. ¿Se revelará la verdad a tiempo? ¿Podrá alguien rescatarla antes de que sea demasiado tarde?

Nos vemos en el próximo avance. ¡La Promesa jamás deja de sorprendernos!