La próxima semana en La Promesa no será una más. Entre lágrimas, decisiones desgarradoras y un acto desesperado que podría terminar en tragedia, los personajes vivirán días que marcarán sus destinos para siempre. Del 2 al 6 de junio, los episodios estarán cargados de emoción, con un bautizo que se transformará en una pesadilla, secretos que salen a la luz, y un despido que sacude la estabilidad del palacio. Prepárate para una semana donde el dolor, la desesperación y el amor se entrelazan en una montaña rusa de emociones.
Lunes, 2 de junio: La mentira piadosa y la locura que acecha
Catalina y Pía no están dispuestas a dejar que Emilia se marche, y por eso idean un plan: Catalina fingirá una dolencia para retener a la enfermera. Sin embargo, mientras intentan manipular el tiempo, la realidad golpea con fuerza: Samuel es finalmente excomulgado, una decisión irreversible que causa conmoción en todos. María Fernández, indignada, acusa directamente a Petra de ser la culpable frente a todos. Petra lo niega rotundamente, pero el sacerdote se ve obligado a tomar partido. ¿A quién creerá?
Mientras tanto, Martina empieza a sospechar con más fuerza de su prometido Jacobo y su cercanía con el temible Lisardo. Los secretos que ocultan podrían costarles caro. En paralelo, Curro, consumido por la culpa, se derrumba ante Ángela por su implicación indirecta en la muerte de Hann. La criada, leal, no duda en consolarlo. Pero la tensión sube al máximo cuando Lorenzo, con la intención de destruir por completo la estabilidad mental de Eugenia, atenta contra su frágil equilibrio psicológico mientras duerme. El resultado será devastador: Eugenia se torna cada vez más impredecible… y Andrés, el pequeño hijo de Catalina, quedará expuesto a un peligro que nadie vio venir.
Martes, 3 de junio: El secreto revelado y la desaparición que congela el alma
La situación se enreda cuando Petra insiste en su inocencia respecto a la excomunión de Samuel. Y lo más desconcertante: el sacerdote le cree, defendiéndola públicamente. Pero la tensión en el palacio sigue aumentando. Catalina, con remordimiento, le confiesa a su esposo que fingió estar enferma para evitar la marcha de Emilia. Rómulo, al enterarse de que la enfermera se queda, no puede disimular su alegría: algo en su corazón comienza a despertarse.
Mientras tanto, Martina interroga a Jacobo, quien niega cualquier trato con Lisardo. Pero sus palabras no convencen del todo. En una escena clave, Pía le revela a Curro un inquietante hallazgo relacionado con la muerte de su hermana. ¿Qué ha descubierto?
El punto de quiebre llega cuando Catalina sorprende a Eugenia sola con sus hijos y, aterrorizada, le ordena a Curro que mantenga a su madre alejada de los pequeños. Eugenia, por su parte, sigue siendo manipulada por Leocadia, que alimenta su desequilibrio. Pero nada puede prepararlos para lo que ocurre después: cuando Alonso y Catalina regresan a la habitación de los niños, descubren que Andrés ha desaparecido de su cuna.
Miércoles, 4 de junio: Eugenia, vetada y más peligrosa que nunca
Ante el comportamiento errático de Eugenia con Andrés, los Luján toman una decisión dolorosa: vetar su presencia en el bautizo de los niños. Una resolución que podría salvar vidas… o desencadenar el caos.
Petra intenta limpiar su imagen, pero nadie en el palacio le cree. María Fernández, furiosa, la enfrenta con más dureza que nunca. Mientras tanto, Jacobo y Martina comienzan a cuestionar seriamente su futuro como pareja. ¿Será este el principio del fin?
En un rincón más silencioso del palacio, Rómulo y Emilia continúan fortaleciendo su lazo. El respeto se transforma lentamente en afecto, y ambos parecen dispuestos a explorar lo que sienten. Al mismo tiempo, Toño intenta confesarle a su madre parte de la verdad sobre el robo del coche y el dinero… aunque no se atreve a contar todo. ¿Cómo reaccionará la cocinera cuando descubra la magnitud de la traición?
Jueves, 5 de junio: El bautizo se tiñe de horror
El día del bautizo, que debía ser una celebración, se convierte en el escenario de una tragedia anunciada. Curro descubre que su madre ha huido, y no solo eso: se ha llevado una pistola. El miedo se instala como una sombra. El joven sale tras ella, con el corazón en vilo, temiendo lo peor.
Y lo peor llega: Eugenia irrumpe en el bautizo con el arma en la mano, interrumpiendo la ceremonia con gritos desesperados y amenazas. Cuando Curro finalmente la alcanza, descubre que Eugenia ha tomado al pequeño Andrés y ha subido con él al torreón. Desde lo alto, amenaza con lanzarse al vacío con el niño en brazos. El tiempo se detiene. Cada segundo es una eternidad. ¿Logrará Curro salvar a su madre… y a su hijo?
Pero el caos no termina ahí. Rómulo le comunica a Petra, por orden directa de Catalina, que ha sido despedida. La acusan de ser la responsable de la excomunión del padre Samuel. La noticia cae como un rayo, y Petra, acorralada, queda fuera del lugar que había sido su hogar durante años.
Por otro lado, Leocadia le ofrece a Manuel más dinero para su negocio, pero con una condición: ella se quedará con la mayoría de las acciones. Un acuerdo envenenado que puede traer nuevas disputas familiares.
Viernes, 6 de junio: El día después de la tragedia
La tragedia del bautizo deja heridas que tardarán en sanar. El horror vivido marca un antes y un después en La Promesa. Los Luján intentan recomponerse, pero el impacto emocional es demoledor.
Leocadia estalla contra Catalina por haber despedido a Petra sin consultarle, mientras el padre Samuel se siente abrumado al descubrir que su situación fue el detonante de ese despido. La culpa y el desconcierto se mezclan en cada rincón del palacio.
En contraste, en medio de tanto dolor, nace un atisbo de esperanza: Emilia y Rómulo aclaran el malentendido que los distanció… y finalmente, se besan. El mayordomo y la enfermera, después de tanto caminar al borde de sus emociones, se dejan llevar.
Una semana inolvidable
Del 2 al 6 de junio, La Promesa nos regala una semana inolvidable. Un intento desesperado de suicidio, un bebé en peligro, una mujer despedida entre acusaciones, una madre fuera de sí, y un beso que da paso a una nueva historia de amor. Todo se mezcla en una tormenta de emociones que sacude la vida de todos los personajes.
Una advertencia clara: prepárate para llorar, para gritar, para temblar… porque La Promesa jamás volverá a ser la misma.