El palacio se convierte en un campo de batalla silencioso, donde las alianzas cambian, las máscaras caen y los secretos estallan como pólvora. En el corazón de esta tormenta, Ángela da un giro impensado que sacude los cimientos de la familia: por amor a Curro, decide traicionar a su madre, Leocadia… ¡y le roba todo!

Todo comienza con un ambiente espeso, cargado de presagios. Eugenia, esa figura que durante tanto tiempo fue percibida como débil y rota, ha vuelto a levantar la cabeza. Ya no es la sombra de sí misma, sino una mujer que observa con inteligencia y determinación. Se ha convertido en una amenaza real para Leocadia, justo cuando esta intenta consolidar su poder aprovechando la ausencia de Cruz. Eugenia se alía en secreto con Ángela, su aliada silenciosa en los pasillos del palacio. Las dos conversan a escondidas, hilando frases cargadas de dobles sentidos, apuntando directamente a los pecados enterrados de Leocadia.

Pero la amenaza de Eugenia no pasa desapercibida. Leocadia, temerosa de que sus secretos salgan a la luz, acude a su mejor aliado en la oscuridad: Lorenzo. Juntos urden un plan despiadado para desacreditar a Eugenia, hacerla pasar por inestable y enferma, preparar el terreno para su reingreso al sanatorio. En una escena cargada de hipocresía, Leocadia se presenta ante Alonso, fingiendo preocupación, sembrando dudas con voz melosa y rostro contrito. Su objetivo es claro: silenciar a Eugenia antes de que la verdad la destruya.

Mientras tanto, en otro rincón del palacio, se gesta una historia paralela, tan apasionada como peligrosa. Curro y Lóe, decididos a llegar al fondo del intento de asesinato ocurrido durante aquel fatídico picnic, siguen el rastro de Basilio, el misterioso hombre que se hizo pasar por ayudante de cuadra. Las pistas los llevan hasta un casino en Villalquino, pero para moverse necesitan dinero. Y ahí es donde entra en juego Ángela.

Ángela, enamorada de Curro y decidida a apoyarlo, le exige la verdad antes de comprometerse a ayudar. Curro no se esconde. Le confiesa sus sospechas sobre la muerte de Hann, y cómo Basilio podría estar implicado. Es una conversación dolorosa, pero honesta. Ángela, conmovida, decide actuar. No tiene dinero propio, pero sabe dónde conseguirlo: en la caja fuerte de su madre.

Así llega el momento de la traición. Ángela, arrastrada por el amor, por la necesidad de proteger a Curro y la verdad, abre la caja fuerte de Leocadia y roba una suma importante. Pero justo cuando se dispone a huir con el dinero… Leocadia la descubre. El impacto es inmediato, demoledor. Lo que para Ángela es un acto desesperado de amor, para Leocadia es una puñalada brutal. Una traición imperdonable.

La escena es pura dinamita emocional. La madre, rota por la ira, y la hija, rota por el amor. Ángela intenta justificarse: lo hizo por Curro, por amor, por justicia. Pero Leocadia no escucha razones. La tensión contenida durante meses entre madre e hija estalla de golpe, y desde ese momento se instala entre ellas una guerra fría. Leocadia, herida en su orgullo y temerosa de que su hija se le escape de las manos, decide actuar con más dureza que nunca.

La relación entre Ángela y Curro se convierte ahora en el nuevo enemigo a eliminar. Leocadia no solo ha perdido dinero. Ha perdido el control sobre su hija. Y eso, para ella, es inaceptable. Decide entonces que si tiene que destruir esa relación para preservar su poder, lo hará, cueste lo que cueste. Para Leocadia, Curro ya no es solo un joven problemático: es la grieta por donde se filtran todos los peligros. Ángela, consciente de que ha cruzado un punto de no retorno, se alinea con Curro, aun sabiendo que eso significa enfrentarse a su propia madre.

El conflicto entre madre e hija resquebraja la vida en el palacio, pero no es el único drama que estalla. Rómulo, habitualmente imperturbable, se ve arrastrado por sus emociones cuando Pia comienza a escarbar en su pasado con Emilia. Rómulo, que había sepultado ese dolor bajo capas de silencio, se siente invadido. Ricardo intenta calmarlo, pero Rómulo no escucha. Emilia, con su mera presencia, ha despertado viejos fantasmas que lo desestabilizan.

Mientras, en secreto, Catalina y Adriano preparan su boda clandestina con la ayuda de Simona y el padre Samuel. El amor florece lejos de los ojos inquisitivos de Leocadia y Lorenzo, pero la amenaza está siempre al acecho. Si estos se enteran del matrimonio, harán todo por destruirlo.

Y como si todo esto no fuera suficiente, la desaparición de Toño comienza a inquietar a Manuel. Lo que empezó como una simple demora se convierte en una ausencia prolongada, una sombra que crece día a día. ¿Qué ha pasado con Toño? ¿Está en peligro?

El final del capítulo se cierra con una última advertencia: un secreto mucho más antiguo, escondido en lo más profundo del pasado, está a punto de resurgir. Un secreto que podría destruir el equilibrio del palacio y arrasar con todos los que habitan en él.

La traición de Ángela no es el final, es solo el principio. Una guerra interna ha comenzado, donde el amor y la lealtad se enfrentan al poder, la ambición y el miedo. ¿Podrá Ángela sobrevivir al odio de su madre? ¿Logrará Curro encontrar la verdad? ¿Y qué pasará cuando ese secreto oculto finalmente salga a la luz?

No te pierdas el próximo capítulo de La Promesa. El destino de todos pende de un hilo.