“A veces la verdad más peligrosa no es la que se grita, sino la que se susurra en los pasillos del poder.”

En el capítulo más reciente de Sueños de Libertad, Don Pedro vuelve a demostrar por qué es uno de los personajes más temidos y fascinantes de la serie. Después de semanas de tensión acumulada, el empresario da un paso definitivo y peligroso: inicia una investigación secreta contra Gabriel, el hombre que se ha atrevido a desafiarlo abiertamente. Pero lo que más impacta no es su decisión, sino a quién recurre para ejecutarla: Pelayo, su propio yerno.

Todo comienza cuando Gabriel, en un gesto altruista hacia Begoña, le pide a Don Pedro que retire la denuncia contra el ladrón que asaltó el dispensario. Pero el poderoso empresario no interpreta la solicitud como un acto de compasión, sino como una injerencia intolerable. Para un hombre que ha construido su imperio controlándolo todo, la osadía de Gabriel es un error imperdonable. Su respuesta no solo es negativa, sino que viene acompañada de un encargo que cambia el rumbo de los acontecimientos: quiere saber qué oculta Gabriel… y ordena a Pelayo que lo averigüe.

La elección de Pelayo no es casual. Don Pedro sabe que el marido de Marta le debe más de un favor, y en este tablero de ajedrez, cada movimiento está calculado al milímetro. Lo que no imagina es que involucrarlo en este juego oscuro podría fracturar aún más su ya frágil relación con Marta y ponerlo en conflicto directo con Begoña. Pero a Don Pedro no le tiembla el pulso. Para él, la verdad siempre vale el precio de una traición.

Mientras tanto, otras tramas hierven en paralelo. Damián, en un intento por recomponer puentes, se acerca a Luis, pero este acercamiento levanta sospechas en Digna, quien comienza a preguntarse si hay segundas intenciones detrás de tanta cordialidad. Luz, por su parte, se tambalea ante el posible fracaso de su artículo, hasta que una amiga le propone un plan para apoyarla públicamente.

Y mientras todo eso ocurre, la prensa filtra un escándalo que afecta directamente al rival político de Pelayo, abriendo paso a su ascenso como posible Gobernador Civil de Toledo. Todo indica que Pelayo está subiendo posiciones… pero a qué costo.

En la colonia, el regreso de Beltrán tras su brutal pelea con Gabriel pone aún más presión sobre el abogado. Lo que Gabriel no sabe es que las amenazas ya no vienen solo del exterior, sino también desde adentro. Su enemiga más peligrosa puede que ya esté en su propia casa… o en la cama de su aliada.

Y justo cuando todo parece caldearse, Begoña agradece profundamente a Gabriel por intentar retirar la denuncia, un gesto que despierta los celos dormidos de Andrés. Entre miradas cruzadas y silencios incómodos, se empieza a dibujar un triángulo emocional explosivo.

Pero el verdadero terremoto está por llegar. La decisión de Don Pedro de investigar a Gabriel no es solo una acción táctica: es la apertura de una nueva guerra, una que puede desenterrar secretos largamente enterrados y hacer temblar las alianzas que sostienen la historia. El pasado de Gabriel está a punto de salir a la luz… y lo hará bajo la lupa de su peor enemigo.

¿Será este el inicio del fin para Gabriel? ¿Y hasta dónde está dispuesto Pelayo a traicionar para escalar políticamente?

El episodio de hoy no es un capítulo más. Es el inicio de una tormenta que podría arrasar con todo. Don Pedro ya ha movido su pieza… ahora todos los demás están en jaque.

¿Crees que Pelayo obedecerá… o se rebelará contra su propio suegro por amor a la verdad?