En el capítulo 345 de Sueños de Libertad, los anhelos más profundos de varios personajes empiezan a salir a la superficie: el deseo de ser padres, de construir una familia, de dejar huella más allá de uno mismo. Pero en una casa donde los sentimientos se enredan con las heridas del pasado, cualquier sueño puede convertirse en un campo de batalla emocional. Esta vez, el centro del conflicto gira en torno a Luz, Luis, Marta… y Fina, cuatro almas marcadas por el amor y por el miedo.

Todo comienza con una escena tierna y luminosa. Luis entra en la habitación con una botella de vino y el corazón desbordado de felicidad. Ha venido a celebrar con Luz no solo un logro profesional, sino su amor. Entre bromas y besos cargados de pasión, ambos se dejan llevar por ese instante de conexión pura. Pero lo que parece una noche perfecta pronto se transforma en una conversación profunda sobre el futuro, la familia… y los hijos.

Luis, con la mirada llena de ilusión, le confiesa a Luz su deseo de ser padre. Se imagina un hogar en Ulanda, con niños corriendo por los pasillos, una vida sencilla y llena de momentos cotidianos. Pero el rostro de Luz se ensombrece. La palabra “familia” le pesa. Nunca la tuvo. Nunca aprendió a sentirse protegida, cuidada, acogida. Y ahora que por fin siente una seguridad nueva con Luis, el vértigo de dar el siguiente paso la paraliza.

Luis, con ternura infinita, le recuerda que nadie está del todo preparado para ser padre o madre. Que el miedo es parte del camino. Que lo importante es caminar juntos. Luz, conmovida, admite algo clave: “Solo contigo me atrevería a tener un hijo.” Sus palabras emocionan, pero su mirada vacila. Y esa vacilación deja claro que aún no está lista. No del todo. ¿Podrá Luz superar ese miedo o su duda acabará erosionando su relación con Luis?

Mientras tanto, en otra habitación del caserón, Marta trabaja a solas bajo la tenue luz del despacho. Fina, que pasaba por allí, no puede evitar detenerse. Entra, como quien vuelve a un lugar que siente suyo. Se saludan con sonrisas suaves y una complicidad que lo dice todo. En ese espacio compartido, cargado de historia y deseo contenido, Marta y Fina abren su corazón.

Fina, con su habitual mezcla de sarcasmo y ternura, le confiesa a Marta que fue una excusa ir a verla, pero que necesitaba hablar. Marta, receptiva, le da espacio para expresarse. Entonces, algo cambia. Fina ve una fotografía de Marta de niña, en brazos de su madre durante su bautizo. El recuerdo enternece a ambas. Hablan de madres, de vínculos irremplazables, de esos aromas y gestos que se graban para siempre en el alma. Fina recuerda a la suya. Marta también.

Y entonces, Marta lanza una pregunta que lo cambia todo:
—¿No te has planteado volver a tener ese vínculo?

Fina, sorprendida, comprende el subtexto. Marta no le está hablando de vínculos en abstracto. Le está preguntando si se ha planteado ser madre. Fina duda, se protege con humor, pero Marta va más allá:

—¿Y si tú y yo tuviéramos un hijo?

El tiempo se detiene. Fina responde con ternura y humor mezclados:
—Claro que me encantaría ser madre contigo… si eso fuera posible.

Pero lo que parecía una fantasía romántica adquiere de pronto un matiz inesperado: Pelayo le ha propuesto algo a Marta. Algo que podría hacer realidad ese sueño. Ha planteado la idea de tener un hijo entre los tres. Marta lo dice con voz suave, casi temerosa. Pero Fina se queda muda. El golpe de la propuesta la deja sin aire. La posibilidad de formar una familia con Marta, pero también con Pelayo, la descoloca por completo.

Sus labios se entreabren, pero no dice nada. Solo el silencio. Un silencio denso, cargado de emociones, dudas y temor. ¿Es esta la familia que Fina había soñado? ¿Está preparada para compartir la maternidad? ¿O su deseo profundo de estar con Marta se verá amenazado por la presencia de un tercero?

Este capítulo deja abiertas muchas preguntas que aún no tienen respuesta:
💔 ¿Podrá Luz superar sus miedos y abrazar el deseo de Luis de formar una familia?
💔 ¿Aceptará Fina la propuesta de Marta… o ese silencio es el inicio de una distancia que crece?
💔 ¿Es posible construir una familia no convencional en un mundo que todavía no está preparado para entenderlo?

En Sueños de Libertad, el deseo de amar y ser amado, de crear vida y construir futuro, se enfrenta a los fantasmas del pasado y las estructuras del presente. Cada decisión es un paso al borde del abismo… o hacia un nuevo comienzo.

Déjanos en los comentarios si tú aceptarías una propuesta como la de Pelayo. ¿Crees que Fina lo hará? ¿Y Luz? ¿Dará el paso con Luis?
🔔 No te pierdas el próximo avance de ‘Sueños de Libertad’… porque una sola decisión puede cambiarlo TODO.