¡Atención, promisers! Una bomba emocional y argumental está a punto de explotar en La Promesa, porque el regreso más esperado finalmente se confirma: ¡Eugenia está de vuelta en el palacio! La hermana de Cruz regresa tras su largo encierro en el sanatorio, aún en silla de ruedas, pero mucho más arreglada y poderosa que antes. Su entrada, que podría arruinar la celebración del cumpleaños de Lorenzo, marca el inicio de un nuevo ciclo de secretos, alianzas rotas y verdades por salir a la luz. ¿La gran incógnita? ¿Sabe Eugenia lo que ha pasado con Curro, o todo el mundo le está ocultando su verdadero origen?
Y hablando de Curro, otro gran giro: lo vemos en la promo vestido como noble, no como criado. ¿Significa eso que ha recuperado su estatus o solo están fingiendo delante de Eugenia para no alterarla? El misterio crece, y las tensiones también. Mientras tanto, su relación con Martina sigue siendo cordial pero fraternal, aunque algunos insistan en ver algo más en un abrazo que solo demuestra cariño familiar. ¿Será Jacobo quien saque las garras al verlo?
Por otra parte, Catalina y Adriano planean formalizar su amor con una boda. Sin embargo, el padre Samuel parece oponerse al enlace, generando dudas sobre su motivación real. ¿Será un obstáculo legal? ¿Moral? ¿Religioso? Lo cierto es que los mellizos, hijos naturales de la pareja, podrían quedar legitimados y entrar en la línea sucesoria del marquesado. Esto reconfiguraría el poder dentro de los Luján, con Manuel, Catalina, Andrés y Rafaela como posibles herederos.
El drama sigue con Manuel, quien revive en un flashback el momento íntimo que vivió con Jana. Aunque el recuerdo es tierno, también es uno de los más bajos del personaje, al esconder a Jana bajo la mesa para que Jimena no los descubriera. Un momento que aún genera debate entre los fans. Mientras tanto, Antoñito y Simona se reencuentran en la cocina, abriendo la puerta a una reconciliación que muchos esperan.
Pero el mayor escándalo viene de la mano de Petra. En una escena impactante, ve con sus propios ojos al padre Samuel y María Fernández besándose. Este descubrimiento podría desatar una tormenta: ¿Petra revelará el secreto? ¿El padre Samuel dejará el sacerdocio? ¿María renunciará a su puesto como doncella? La situación podría convertir a Samuel en miembro oficial de la nobleza si su linaje oculto sale a la luz, elevando también a María por matrimonio.
Martina, por su parte, busca consejo del propio Samuel sobre su futuro con Jacobo. Sus dudas podrían disolverse gracias a unas palabras sabias, pero si Jacobo reacciona mal al abrazo entre Curro y Martina, todo podría irse al traste. ¿Tendremos otro enfrentamiento entre ellos? Parece inevitable.

Finalmente, la aparición de Eugenia no es solo decorativa. Está destinada a cambiar el juego. Conociendo su carácter, podría desafiar a Cruz, enfrentarse a Alonso, y reclamar lo que por derecho le pertenece. Curro y María Fernández saben que, si le reducen la dosis de láudano, ella podría recuperar lucidez y tomar el control. ¿Veremos a una Eugenia más fuerte que nunca? ¿Una mujer decidida a reclamar justicia y desenterrar todos los secretos del palacio?
Y todo esto, mientras siguen desarrollándose otras tramas como la de la enfermera Emilia y Rómulo, aún en sus primeras fases, pero que prometen sumar aún más tensión al ambiente del Valle Salvaje. La serie avanza a paso firme hacia un clímax que promete ser inolvidable.
Conclusión: Esta nueva etapa de La Promesa promete cambios profundos, traiciones inesperadas y personajes llevados al límite. La vuelta de Eugenia, el amor clandestino de Samuel, el ascenso de Catalina y Adriano, y los secretos entre Curro y su entorno marcarán un antes y un después. ¡Y esto solo acaba de empezar!