Entre tres ciudades y un solo corazón: El precio oculto de los sueños de libertad”**

Desde las calles de Palma hasta el plató de una de las series más vistas del momento, Alba Brunet no solo interpreta a Fina en Sueños de Libertad… vive con ella. En una conversación íntima, cercana y sin filtros en el Kisky Podcast, la actriz se desnuda emocionalmente para contar todo lo que no se ve en pantalla, y lo que se esconde detrás del fenómeno que ha cruzado fronteras y se ha metido en los corazones de medio mundo.

La historia comienza como muchas otras: una joven mallorquina con sueños de arte, talento a raudales y una tenacidad silenciosa que la lleva a estudiar en el prestigioso Institut del Teatre de Barcelona. No fue un camino que ella forzara; más bien, las piezas del destino encajaron como por arte de magia. “Es estar en el lugar adecuado, en el momento justo, y que te vea la persona correcta”, confiesa Alba, aún sorprendida por cómo todo se fue dando, casi sin buscarlo.

Pero lo bonito no quita lo duro. Y Alba lo dice sin rodeos. Porque la vida del actor, aunque parezca un carrusel de glamour, también es una ruleta rusa emocional. “O no comes o no duermes”, recuerda entre risas, citando a David Verdaguer. Trabajar en una serie diaria como Sueños de Libertad es una experiencia intensa, de guiones que llegan con apenas una o dos semanas de antelación y rodajes que exigen estar al 100% todo el tiempo. “Cuando hay trabajo, hay muchísimo trabajo”, y cuando no… la incertidumbre te devora.

La actriz no oculta que ha habido momentos en los que pensó en tirar la toalla. El silencio del teléfono, la ausencia de papeles, la espera eterna de una oportunidad… “En los momentos donde no llega el trabajo es cuando más pesa todo”, admite con una sinceridad que desarma. Pero algo en ella —quizá esa misma pasión por contar historias— la ha mantenido firme. Y Sueños de Libertad ha sido su recompensa.

Fina, su personaje, no solo le ha traído popularidad. También le ha dado identidad. Alba cuenta que muchas personas ya no la llaman por su nombre real, sino por el de su personaje. Y lejos de molestarle, eso la emociona. Porque sabe que detrás de ese reconocimiento hay respeto por su trabajo, por la actriz que hay detrás de la ficción.

El impacto de la serie ha sido brutal. “Nos escriben desde Tokio, Nueva York, Los Ángeles, Latinoamérica, Grecia, Italia, Francia…” enumera entre asombro y orgullo. Porque lo que parecía un culebrón nacional se ha convertido en un fenómeno internacional. De hecho, no es la primera vez que una serie en la que trabaja arrasa en el extranjero. Ya lo vivió con Acacias 38, rebautizada como Una vita en Italia, donde incluso llegó a contactar con su propia actriz de doblaje. “Ella pasaba horas viendo mi cara. Yo necesitaba saber quién era esa voz que también me interpretaba.” Otro acto de generosidad y conexión que define perfectamente a Alba.

En el podcast, también hay espacio para el juego y las risas. Desde adivinar frases célebres de famosas hasta revelar (entre bromas) los lugares más insólitos para un encuentro íntimo —“en la luna” respondió Alba con picardía—, la actriz demuestra que tiene tanto humor como talento. Pero entre cada carcajada, hay trazos de realidad que nos recuerdan lo exigente que es su día a día. Aprender páginas y páginas de guion, mantener la energía, grabar escenas emocionales con apenas horas de descanso… Todo mientras su personaje sufre, ama, lucha y se desgarra en pantalla.

Y es que Sueños de Libertad no es una serie cualquiera. Es un torbellino de emociones, un drama con mayúsculas que engancha, que arrastra y que se queda. El personaje de Fina es solo una de las muchas piezas de un engranaje narrativo donde los secretos familiares, los amores imposibles, las traiciones y las luchas personales se entrecruzan con una intensidad desbordante. Alba lo describe como “un dramón”, pero también como una oportunidad preciosa de crecimiento actoral.

La entrevista también toca un punto muy humano: la desconexión entre la preparación académica y la realidad del oficio. “Sales de la escuela y te metes en la jaula de los leones”, dice con crudeza. Porque nadie te prepara para la inestabilidad, para los castings que no salen, para los silencios que duelen. Aprenderse un guion, al final, es casi lo de menos. Lo importante es sobrevivir al vértigo de una industria donde hoy estás y mañana no.

En ese sentido, Alba habla con honestidad de su forma de trabajar. No es de las que se aprenden todo con semanas de antelación. Su técnica es casi de “modo examen”, como ella dice, aprendiendo lo justo para rendir al máximo y confiar en su instinto frente a la cámara. “Memorizo, vomito y olvido”, bromea, pero el resultado brilla en pantalla, donde su interpretación de Fina ha enamorado al público.

Y lo cierto es que ese amor es mutuo. Porque Alba no solo habla de sus fans con gratitud, también se emociona al ver cómo su trabajo ha tocado vidas en todo el mundo. Desde Francia hasta Argentina, Sueños de Libertad ha demostrado que las buenas historias no entienden de idiomas ni fronteras. Solo necesitan corazón.

La charla concluye con juegos, más risas y anécdotas inesperadas (sí, incluso una confesión sobre una lavandería y el suavizante de lilas). Pero lo que queda, al final, es la certeza de que Sueños de Libertad no es solo una serie, sino un fenómeno emocional. Y que Alba Brunet no es solo una actriz brillante, sino una mujer valiente que, con cada escena, nos recuerda que soñar —y luchar por esos sueños— sí vale la pena.

¿Quieres que te haga un resumen corto de este mismo spoiler para redes sociales o también una versión tipo tráiler promocional?

Madrid, Barcelona y Palma. Tres ciudades que no solo definen un mapa, sino también el alma fragmentada de Alba, la actriz que da vida a Fina en Sueños de libertad. Su rutina está marcada por trenes y aviones, por despedidas constantes, por un reloj que no alcanza a repartir el tiempo entre el amor, la familia y el arte. Y aun así, en ese caos, ha conseguido algo que muchos apenas se atreven a soñar: vivir de lo que ama.

Pero no todo es tan idílico como parece. Mientras su rostro se cuela cada tarde en los hogares de miles de espectadores, Alba vive una carrera contrarreloj, donde los fines de semana a veces se pierden en los pasillos de un plató, y los sueños a largo plazo se diluyen entre compromisos y contratos. Su mayor anhelo no es otro que el cine indie, el teatro, contar historias reales con alma, con esencia. Trabajar con nombres como Pilar Palomero o Carla Simón no es solo un deseo: es la promesa de un arte más íntimo, más humano.

Y mientras tanto, en Sueños de libertad, su personaje, Fina, rompe moldes, prejuicios y etiquetas. Desde el primer capítulo, desde la primera mirada, se construye una narrativa que, aunque sutil al principio, pronto se convierte en una fuerza imparable: la historia de amor entre Fina y Marta, conocida por los fans como el fenómeno “Muffin”. Una combinación de nombres, sí, pero también una mezcla de emociones, de representación, de visibilidad.

La relación entre ambas no solo ha capturado a la audiencia, sino que ha generado una comunidad que vibra con cada escena, que defiende, que se ve reflejada. Porque Fina no es solo un personaje; es un faro para muchas chicas que, por primera vez, se ven representadas en una ficción nacional con respeto y naturalidad. “La gente necesita referentes”, dice Alba, con voz firme, consciente del impacto de lo que están creando.

El fenómeno Muffin, como antes lo fue Luimelia en Amar es para siempre, ha demostrado que el amor en pantalla no tiene por qué ajustarse a moldes preestablecidos. Que hay espacio para otras formas de amar, de vivir, de sentir. Y lo más hermoso de todo: que el público está más que preparado para recibirlo.Uploaded image

Pero detrás del personaje está la actriz, y detrás de la actriz, una mujer que también siente la presión del mundo digital. Con miles de seguidores en redes sociales, Alba confiesa sentirse abrumada. No por la gente, sino por la exigencia constante de compartir, de mostrar, de estar presente. “Cuanta más gente me sigue, menos ganas tengo de publicar”, reconoce. Porque ella no quiere vender una versión edulcorada de sí misma, sino conectar a través de su trabajo, de su verdad.

Las redes, ese arma de doble filo, le han traído también regalos inesperados: fan clubs entregados, comunidades que crean contenido antes incluso de que ella llegue a publicarlo, mensajes de amor y agradecimiento. “Es que cómo no voy a responderles”, dice con una sonrisa. “Hacen el trabajo mejor que yo.”

En la entrevista, se nota que Alba es una actriz con los pies en la tierra y el corazón en el cielo. Sueña con desaparecer a veces, con apagar el móvil, con no tener que estar siempre visible. Pero también se emociona al hablar de las chicas que se ven reflejadas en Fina, de las cartas que recibe, de las lágrimas que ha compartido con su compañera de reparto en escenas que han resonado mucho más allá de los guiones.

Y sobre lo que viene… silencio absoluto. Los próximos pasos de la historia están “blindadísimos”, protegidos como un secreto profesional. Ni a su madre se lo cuenta del todo —aunque a veces se le escape un “he grabado esto hoy…”—. Pero lo que sí queda claro es que el fenómeno Muffin no ha hecho más que empezar. Que Sueños de libertad no es solo un título, sino una declaración de intenciones. Y que Alba, con cada personaje, con cada paso, sigue luchando por esos sueños, aunque a veces le falten las horas del día.

Antes de terminar, deja una pregunta al azar para el siguiente invitado del podcast. Un gesto más de complicidad en un entorno que, aunque muchas veces parezca improvisado, está lleno de autenticidad. Porque eso es Alba Brunet: genuina, luminosa, cercana.

Así que cuando volvamos a ver a Fina en pantalla, enamorándose, luchando, resistiendo… sabremos que detrás hay una historia de entrega real, de trenes cogidos al límite, de sueños aplazados, pero nunca abandonados. Y que ese amor que vemos en la serie, tan puro y valiente, también nace de una actriz que, en cada escena, pone un pedacito de su propia verdad.


¿Te gustaría que desarrollara más spoilers de la trama de Fina y Marta o te interesa otro personaje de Sueños de libertad? También puedo preparar avances de capítulos concretos si lo necesitas.

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