La tensión se desborda en “Una nueva vida” cuando el misterio detrás del secuestro de las hijas de Seyran y sus amigas llega a un punto de ebullición. En un episodio cargado de angustia, giros y un clímax desgarrador, las vidas de los protagonistas cuelgan de un hilo… y Ferit podría pagar el precio más alto.
Todo comienza cuando el detective a cargo del caso revela las grabaciones de las cámaras de seguridad de la calle. En medio de la revisión, aparece una figura conocida: ¡Safet! Su presencia en las imágenes despierta sospechas inmediatas y Ferit no duda en acusarlo de ser el responsable del secuestro. Pero Seyran defiende a Safet con firmeza. Insiste en que él jamás haría algo así por su cuenta… y que Te podría estar detrás de todo.
Rápidamente, el equipo se moviliza. Ferit y Abidin, que estaban revisando una propiedad de Karim, son alertados y todos se dirigen a la casa de Te. Ferit no escatima amenazas. Quiere respuestas, y las quiere ya. Te niega toda implicación, asegurando que ni siquiera sabía lo que estaba ocurriendo. Y no solo eso: resulta que Te está casado y tiene un hijo, lo cual complica aún más el panorama. En esa misma casa encuentran a Safet… y Abidin, furioso, lo golpea sin dudar. Pero Safet jura que no secuestró a las niñas: solo había ido a ver a Sua. Confiesa que la ha estado observando, como si se tratara de una obsesión enfermiza. Abidin lo califica como alguien perturbado, pero sin conexión directa con el crimen.
Aun así, Ferit no baja la guardia. Él sigue convencido de que Te está involucrado, mientras que Abidin tiene una sospecha diferente: cree que todo apunta a Karin. Por otro lado, Orhan toma cartas en el asunto y contrata a un hacker para rastrear al hombre que Karin había contactado para que le quitara el brazalete electrónico.
Y entonces, el golpe más duro: las chicas reciben una llamada. Alguien exige 20 millones a cambio de las niñas. El secuestrador no ofrece pruebas, solo da una dirección para entregar el dinero. Zeinet sospecha que es una estafa, pero Suna, desesperada, decide arriesgarlo todo. Coge sus joyas y sus ahorros y se lanza sola a entregar el rescate. Esme nota su ausencia, alerta a las demás, y logran alcanzarla justo a tiempo. El supuesto secuestrador intenta asaltarla con una navaja, pero el grupo logra rescatarla junto con el dinero. El alivio da paso a la ira. ¿Cómo pudo arriesgar su vida de esa forma?
En paralelo, la presión puede más que Ceine, quien rompe en llanto por no saber nada de las niñas. Mientras tanto, Ferit, en su desesperación, secuestra a Tarik. Lo lleva a una propiedad aislada y lo golpea brutalmente exigiendo respuestas. Tarik, desafiante, se burla de Ferit, llamándolo mal padre. Ferit, fuera de sí, se niega incluso a darle un vaso de agua. Tarik usa la distracción para comenzar a cortar la cuerda con los cristales rotos del suelo. Nadie sospecha que en esa habitación está por desatarse una tragedia.
Mientras tanto, el hacker contratado por Orhan descubre que el hombre que intentó quitarle el dispositivo a Karin nunca logró hacerlo. La verdad empieza a salir a flote. Y entonces, llega la noticia que todos esperaban: ¡han encontrado a la hija de Suna, Atice! La niña fue hallada gracias a la policía tras haber escapado por una ventana. Lo impactante es lo que cuenta: Duru, la hija de Ferit, la ayudó a escapar, pero no logró salir porque es más pequeña. Se perdió en el bosque, pero también fue encontrada poco después.
En medio del alivio, aparece Safet con otra bomba: ¡Tarik ha desaparecido y está convencido de que Ferit lo secuestró! Intenta enfrentarse a Ferit, pero la policía interviene. A la vez, Abidin llega con Kassim y le da un puñetazo a Samed, exigiendo saber dónde está la niña. Finalmente, se confirma: Duru ha sido encontrada y está con Suna. Safet es llevado por la policía para evitar que las cosas escalen.
Amanece un nuevo día, pero la tensión no cede. Ferit sigue en la casa con Tarik, que aún intenta cortar sus ataduras. Siran, desesperada por no recibir respuesta de Ferit, le manda un mensaje con la noticia: ¡Jatice está viva! Al leerlo, Ferit se distrae y llama a Suna para hablar con su hija. La pequeña le repite que los tenían en una casa, que escucharon a dos hombres hablar de “enemigos verdaderos”… esa frase hace click en la mente de Ferit. ¡Él la había oído antes en la casa de Tarik! Todo encaja: Duru debe estar ahí.
Ferit se alista para actuar, pero Tarik se ha liberado. Lo golpea brutalmente y lo deja inconsciente. Siran, que escucha un ruido extraño al otro lado del teléfono, teme lo peor. Mientras tanto, Jatice sigue contando lo que vivieron: la mordaza, los “enemigos verdaderos”, la ventana por la que escapó… todo confirma que Duru fue retenida por Tarik.
La familia y la policía se movilizan. Y por fin… encuentran a Duru. Siran corre a abrazar a su hija. La emoción es indescriptible. Pero la amenaza no ha terminado.
Tarik, ahora en control, le informa a Samed que la niña fue hallada. Su nuevo prisionero es Ferit. Lo ha encerrado en un frigorífico con la intención de que muera congelado. Abidin, angustiado por la desaparición de su amigo, llega a la propiedad de Karin. Al ver manchas de sangre en el suelo, su desesperación aumenta. Sabe que algo terrible ha sucedido.
Dentro del frigorífico, Ferit está al borde del colapso. El frío extremo lo consume, y en su delirio, empieza a recordar los momentos más felices con su hija. Su mente lo lleva al día de la graduación de Siran, a esas fotos llenas de sonrisas y orgullo. Ve la imagen de Siran frente a él, como si estuviera ahí… y llora. Porque tal vez, ese sea su último recuerdo antes del final.
El episodio concluye con Ferit al borde de la muerte, congelándose, mientras la familia lucha contrarreloj para salvarlo. ¿Será este el fin para uno de los protagonistas más queridos? ¿O logrará sobrevivir a esta prueba mortal?
Déjame tus teorías… ¿Ferit sobrevivirá? ¿Quién pagará por todo esto? ¡Nos vemos en el próximo avance de Una nueva vida!