Este episodio arranca con Jalis, Hatuk y Gulgün reunidos en la sala. Por fin perciben una calma inusual en la casa. Gulgün, con esperanza, le dice a Hatuk:
“Hatuk, apenas hemos tenido tiempo para conversar desde que llegaste. ¿Te gustaría salir a tomar un café mañana?”
Hatuk responde preocupado por sus compromisos al día siguiente. Cambiando de plan, Gulgün propone:
“¿Y si salimos a comer algo rápido? Podrías distraerte solo un par de horas y luego retomar tus pendientes sin problema.”
Jalis, apoyando la idea, agrega que un rato fuera sería perfecto para relajarse. Al final, Hatuk acepta salir y todos parecen entusiasmarse por ese respiro.
Mientras, en la zona de empleados, Abidim, Latif, Ferit y Seiram están participando en una ceremonia íntima: pedirán la mano de la joven Seiram para Abidim. Aunque hay risas y emociones, Abidim luce distante. La ceremonia transcurre con solemnidad: se intercambian anillos atados con una cinta, y al entregarlos, Abidim mira de reojo hacia la mansión, hacia la ventana de Suna, quien lo observa llorando. Es evidente que su corazón está en otro lugar. Aunque la ceremonia debe seguir, Abidim no logra ocultar su dolor y acepta el compromiso por deber, resignado.
Luego, Seiram y Ferit están en su habitación, abrazados. Ferit, muy contento, le da vueltas. Seiram, con ternura, lo calma:
“Ferit, ya es hora de que vayamos a descansar. Tú trabajas temprano y yo tengo que ir al médico mañana.”
Ferit pregunta con preocupación:
“¿Puedo acompañarte otra vez?”
Seiram le responde que no, lo cual entristece a Ferit:
“Solo quiero que no vayas sola. Quiero ayudarte.”
Ella suspira y le revela:
“Estoy planeando una sorpresa para ti. Pero no te diré más. Solo que no quiero que asocies mi visita médica con un recuerdo hospitalario.”
Ferit, pensativo, acepta y se duermen bajo las estrellas que se ven desde la terraza. El momento es tierno, casi de cuento.
A la mañana siguiente, vemos a Kaya en la sala. Se acerca a Suna, que se ve distante, y le dice que se va. Suna, con frialdad, responde:
“¿Qué esperas que haga? ¿Estar orgullosa porque vas a trabajar?”
Kaya, molesto por la indiferencia, replica:
“Está bien: si no quieres diálogo normal, no lo habrá.”
Se va, dejando un ambiente tenso entre ellos.
Mientras tanto, en la habitación de Ferit, él y Seiram se preparan para salir. Se abrazan y él promete:
“Iré temprano y volveré pronto.”
Ella asiente con una mezcla de nervios y alivio.
Antes de irse, Seiram llama a Latif y le pide que si Ferit pregunta por su cita médica, él diga que ella se lo pidió. Latif duda, recuerda que no se lo pidió. Seiram responde:
“Recuerda que sé cosas sobre ti que no deberían salir a la luz. Decide si estás conmigo o no.”
Se corta la llamada.
Ferit, al salir, le pregunta a Latif:
“¿Seiram te pidió que la llevaras al hospital?”
Latif asiente. Entonces Ferit le pide:
“Habla con la doctora sin que Seiram se entere. Quiero saber la verdad. Siento que me oculta algo.”
Latif promete que lo hará.
Luego, Latif confronta a Seiram:
“Últimamente me chantajeas cuando quieres algo. ¿Qué pasa?”
Seiram, con la voz temblorosa, le confiesa que está atravesando un momento difícil. El médico le recomendó ver a un psiquiatra y ya tiene cita. No quiere decírselo a Ferit hasta sentirse preparada. Latif, con ternura, se ofrece para ayudarla y mantenerlo en secreto. Preparará el auto, ella le da las gracias y él se va.
Al mismo tiempo, Ferit recoge a Suna en el auto y le dice:
“Vamos. Espero que todo se alivie.”
Se dirigen a encontrarse con Safet. Mientras tanto, en la mansión Corhan, Gulgün y Hatuk conversan. Gulgün se sorprende de que Hatuk no haya bajado a desayunar, y lo invita:
“¿Salimos a dar una vuelta? Estoy lista.”
Hatuk, que había quedado libre por un asunto cancelado, acepta encantado. Gulgün sonríe, saca el móvil y hace una llamada: le avisa a Maide que están listas para ir. Algo sospechoso se cuece: Gulgün mintió, invitó a Hatuk pero en realidad fue Jalis quien fue a la cafetería.
Mientras, en un parque, Ferit, Suna y Safet se reúnen. Safet lleva margaritas, pero Suna no les hace caso. Cuando Ferit intenta presionar a Safet por una información importante, Safet, asustado, revela que quien las quiere llevarse es un tal “señor Tallar”. Ferit explota de indignación:
“¡¿Dónde está ese Tallar? ¡Dímelo ya!”
En ese instante aparece Kaya y golpea a Safet para proteger a Suna. Ferit lo detiene, desconcertado:
“¿Qué haces aquí?”
Safet huye corriendo. Suna grita que salga. Ferit le grita a Kaya que hablarán más tarde y sale tras Safet.
Safet se monta en su auto y llama a su hermano Tarik, asustado. Le comenta que hizo algo grave y que Ferit y Suna lo persiguen. Tarik le da una ubicación y un plan para rescatar a Seiram.
La escena final conecta dos tramas: Seiram sale del psiquiatra con el semblante calmado. Va a su auto y encuentra a su chofer amenazado por hombres armados. Asustada, mira hacia atrás: ahí está Tarik, quien la tranquiliza:
“No te haré daño. Te lo juro.”
Ella le grita al hermano que diga qué pretende. Tarik le dice que él intentará encontrar una cura para su enfermedad. En ese momento, aparece Ferit apuntando con un arma, y sostiene a Safet, que está herido. La tensión es máxima.