Marta se despierta temprano, después de pasar una noche que parecía tranquila, pero algo está mal. Fina ya no está allí. Al principio, no sabe qué pensar. El corazón de Marta late más rápido, recorriendo la habitación en busca de señales, hasta que, finalmente, encuentra la carta. La carta que Fina dejó antes de irse. Marta la lee, y las palabras que Fina ha dejado se clavan en su alma como puñales invisibles. El amor, la incertidumbre, y el desespero se mezclan en su corazón mientras las lágrimas brotan sin control. ¿Por qué se fue Fina? ¿Qué ha sucedido realmente entre ellas? La carta no es solo un mensaje de despedida; es un indicio de algo mucho más grande, algo que aún está por revelarse.
Mientras Marta lidia con su dolor, el resto del mundo no parece detenerse. Raúl le pregunta a Claudia por qué Fina no ha llegado aún, mientras Pelayo, preocupado, asegura por teléfono que hará lo imposible para que Fina llegue a Argentina sin problemas. Cada uno de ellos tiene su propia agenda, pero todos están unidos por un mismo objetivo: Fina. Las tensiones suben. En la fábrica, Damián, con su naturaleza impetuosa, se enfurece por la falta de producción de jabón y la amenaza de que los negocios dejen de funcionar. La urgencia se siente en el aire. Pero lo que nadie sabe es que los eventos de la fábrica, las decisiones apresuradas, y los secretos a medio descubrir están a punto de desencadenar una serie de cambios irreversibles.
Marta, completamente perdida en la carta de Fina, acude a Pelayo en busca de respuestas. A través de sus palabras, Marta revela lo que todos han sentido, pero no han dicho: ella necesita que Fina regrese. El dolor, el vacío y la desesperación se vuelven más visibles que nunca. Y en este momento de vulnerabilidad, Marta pide la ayuda de Pelayo, no solo para encontrar a Fina, sino para restaurar la esperanza que ha perdido.
Mientras tanto, en el otro lado de la historia, las decisiones de los personajes continúan tejiendo un panorama de tensiones insostenibles. Carmen pregunta a Gema sobre la saponificación, mientras que Begoña enfrenta a Andrés sobre la moralidad de las decisiones empresariales. La directiva de la empresa tiene mucho en juego, y no todos comparten la misma visión. Luis, preocupado por el bienestar de los trabajadores, se enfrenta al dilema de proteger a las personas sin comprometer los intereses de la empresa. Las piezas se mueven, y el futuro de todos está en juego.
Y luego está Irene, quien confiesa en privado a Cristina que alguien sigue empeñado en mantener una versión de los hechos que podría cambiarlo todo. Pero Irene no puede revelar todo lo que sabe, y aunque se muerde la lengua, está claro que la verdad está a punto de estallar. ¿Cómo sostendrá Irene su silencio? ¿Hasta cuándo podrá aguantar?
El avance nos deja con más preguntas que respuestas. La lucha emocional de Marta, los problemas urgentes de la fábrica, y los secretos que amenazan con salir a la luz… Sueños de Libertad nos sumerge en una trama donde las decisiones de cada personaje podrían cambiarlo todo. La verdad se está acercando, pero ¿están preparados para enfrentarla?