Spoiler: Amor a cualquier precio — Revelaciones, mentiras y un crimen inesperado

El capítulo arranca con Ferit saliendo de la casa de empleados tras golpear a Saffet. Su expresión es seria, reflejo de la tensión interna que lo consume. Se dirige a la mansión Korhan sin saber que, al mismo tiempo, en la habitación de Seiran, se desata una escena cargada de emociones. Suna llora desconsoladamente frente a su hermana, incapaz de contener lo que ha descubierto: Saffet le ha contado la verdad sobre la reunión de Seiran con Tarik y, lo más impactante, sobre su enfermedad.

Ante la insistencia de Suna, Seiran no puede seguir ocultándolo: le confirma entre lágrimas que sí, está muy enferma. La confesión rompe a su hermana, quien no deja de llorar. En ese momento, Ferit entra en la habitación, interrumpiendo la escena. Seiran intenta proteger a Suna, enviándola al baño para calmarla, mientras Ferit pregunta, incrédulo, si lo que escuchó es cierto. La joven niega que esté enferma y argumenta que solo está acudiendo al psiquiatra, minimizando la situación.

Ferit, sin embargo, no está convencido. Sabe que hay algo más detrás de todo y se empeña en descubrirlo. Suna, aún afectada, es presionada por Ferit, pero Seiran vuelve a intervenir y la protege, evitando que diga más de la cuenta. Ella, visiblemente nerviosa, insiste en que su hermana malinterpretó todo, pero su comportamiento solo levanta más sospechas en Ferit, que insiste en conocer la verdad. Finalmente, él le revela que Suna se reunió con Saffet, y que Ka descubrió el encuentro y lo secuestró para interrogarlo. Seiran, furiosa y dolida, exige que lo saquen inmediatamente de la casa, recordando el daño que ese hombre les hizo.

Antes de irse, Ferit lanza una última mirada a Seiran. Intuye que ella le oculta algo muy grave. Después, Suna sale del baño y Seiran le agradece por no decirle nada a Ferit. Pero Suna insiste: deben contarle. No pueden enfrentar esto solas. Propone buscar a otro médico, hacer nuevos exámenes. Seiran, con tristeza, le confiesa que ya fue a otro especialista y que los resultados son irrefutables. No hay error. Suna, en negación, se niega a aceptarlo y le pide que hable con Ferit, pero Seiran le confiesa que no puede… por eso está en tratamiento psiquiátrico.

La escena cambia y volvemos a Ferit, quien regresa a la casa de empleados para confrontar a Saffet. Lo toma por el cuello y lo presiona para que le diga exactamente qué le contó a Suna. Pero Saffet, asustado, niega haber dicho algo relevante. Solo hablaron de su fallido matrimonio. Ferit, desesperado, sabe que no dice toda la verdad, pero al no obtener más información, decide liberarlo para evitar problemas legales.

Mientras tanto, en otro lugar, Gulgun e Ifakat conversan en un parque. Ifakat ha sido liberada de prisión gracias a un falso testimonio, pero ahora se enfrentan a un nuevo temor: sospechan que Halis podría intentar asesinar a Orhan. Gulgun recuerda que recientemente se cambió la seguridad de Orhan, lo que incrementa sus sospechas. Se plantean pedir ayuda, pero temen que si recurren a Ferit, él no les crea. En ese momento, Ifakat recibe una llamada de Sheimus. Aunque inicialmente duda en responderle —ya que él no la ayudó cuando estuvo presa— Gulgun la convence de intentarlo.

Sheimus responde con una excusa: dice que no contestó antes porque su celular estaba apagado. Le promete mandar un auto por ellas y escucha atentamente cuando Ifakat le explica su situación y le pide ayuda urgente.

La historia regresa a Ferit y Ka, que están en la entrada de la mansión. Como no pudieron sacar información concreta de Saffet, deciden dejarlo libre. Pero antes de que puedan respirar tranquilos, el teléfono de Ferit suena. Es Casim, agitado y alarmado. Le dice que Esme ha perdido la razón… y que probablemente ha matado a Surrin.

Ferit, estupefacto, pide la ubicación y ordena una ambulancia. Se pone en marcha de inmediato. Lo que ocurrió fue una escena brutal: Esme encontró a Casim con Surrin en una casa, los confrontó, le exigió el divorcio a Casim y luego atacó violentamente a Surrin, golpeándola en la cabeza contra un mueble hasta dejarla inconsciente. Esme huyó del lugar en estado de pánico.

Ahora viaja en coche con Maslum, quien en realidad es Teylan. Esme está devastada, convencida de que irá a prisión. Maslum le promete esconderla. Le da agua para calmarla y le asegura que puede mantenerla a salvo. Pero todo esto es parte de un plan más oscuro.

Recibe una llamada de Casim, que le pregunta si ha visto a Esme. Maslum miente, diciendo que solo la recogió después de que lo llamara. Casim le ordena que la mantenga vigilada y que no la deje escapar. Maslum acepta… pero con una sonrisa siniestra. Porque, en realidad, fue él quien llevó a Esme hasta Surrin. Él le dijo que Casim la estaba engañando, sabiendo perfectamente que Esme reaccionaría con violencia.

Maslum provocó la tragedia intencionalmente. Sabía que Esme, después de actuar impulsivamente, querría esconderse. Todo estaba planeado para que él pudiera secuestrarla sin resistencia. Ahora la tiene bajo su control.

Y así cierra el capítulo: Seiran ocultando su enfermedad, Suna en crisis emocional, Ferit buscando verdades entre mentiras, y Esme atrapada en una trampa mucho más grande de lo que imagina. Mientras tanto, Surrin permanece inconsciente y nadie sabe aún cuál será su destino.

¿Qué pasará ahora que la verdad empieza a salir a la luz? ¿Qué papel jugará Ferit en la decisión final de Seiran? ¿Sobrevivirá Surrin? ¿Y logrará Esme escapar del oscuro plan de Maslum?

Todo eso lo sabremos en el próximo episodio.
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