Las relaciones empresariales en Perfumerías De la Reina se tensan hasta el límite cuando el prestigioso diseñador Cobeaga rompe inesperadamente su acuerdo con la empresa, tras probar una muestra del perfume de Luis y no quedar satisfecho con el resultado. Su decepción es inmediata, su decisión firme: no quiere seguir vinculado a un producto que no cumple con sus expectativas.

Al enterarse de esta drástica resolución, Marta se ve obligada a encajar el golpe, mientras Pelayo reacciona con rapidez: no puede dejar que una alianza tan valiosa se esfume así. Con ese objetivo, propone a Cobeaga salir a comer juntos, esperando tener la oportunidad de hacerle cambiar de opinión. Pero lo que parecía una maniobra de rescate comercial se transforma en un terreno mucho más delicado.

Durante el almuerzo, el ambiente toma un giro inesperado. Cobeaga, lejos de centrarse en razones empresariales, se muestra cada vez más cercano con Pelayo. Lo observa con interés, su lenguaje corporal comienza a hablar más que sus palabras. Y lo que al principio podrían haber sido comentarios amables, pronto se convierten en insinuaciones directas.

Primero lanza una invitación aparentemente inocente: un viaje juntos a Turquía. “Podríamos inspirarnos allá”, dice con una sonrisa ambigua. Pero lo que viene después no deja lugar a dudas. Con Marta ya fuera de la conversación, Cobeaga propone a Pelayo que terminen esa “reunión de negocios” en su hotel. La intención es evidente. La atmósfera se torna incómoda.

Pelayo, sorprendido y visiblemente molesto, no tarda en reaccionar. Con firmeza, le responde que se está equivocando con él, marcando límites claros y reafirmando su postura. Pero justo en ese momento, el clima se complica aún más. Desde la distancia, don Pedro ha estado observando la escena con una expresión difícil de descifrar. Su figura se acerca lentamente hasta interrumpir la conversación. ¿Ha oído algo de lo que Cobeaga ha dicho? ¿Hará uso de esta información más adelante?

La tensión se palpa en el aire. Pelayo intenta mantener la compostura, pero sabe que el simple hecho de haber estado en esa conversación ya lo coloca en una posición vulnerable, especialmente bajo la atenta mirada de su suegro.

Después del incómodo episodio, Cobeaga se muestra aún más decidido a cortar la relación con Perfumerías De la Reina. A pesar del rechazo de Pelayo, sigue insinuando que hay motivos personales detrás de su decisión, como si la negativa del empresario lo empujara a tomar represalias encubiertas.

Pelayo, consciente de las repercusiones que esto puede tener tanto en el ámbito profesional como en el familiar, decide dar un paso atrás. No está dispuesto a entrar en el juego del diseñador ni a permitir que esta situación escale hasta convertirse en un escándalo. Le insiste una vez más para que reconsidere la ruptura del contrato, apelando al trabajo, al legado de la empresa y al valor de la colaboración. Pero Cobeaga ya ha cerrado esa puerta. Las intenciones que una vez fueron comerciales, ahora parecen teñidas de orgullo herido.

Mientras tanto, don Pedro, siempre atento a cualquier grieta en su entorno, se guarda lo que ha visto y oído. Su rostro no delata si piensa utilizarlo contra Pelayo, pero todos sabemos que, en su mundo, ninguna información queda sin usarse. Este episodio, aparentemente aislado, podría convertirse en una carta poderosa en el momento menos esperado.

La tensión entre Cobeaga y Pelayo, la sospechosa intervención de don Pedro y la posibilidad de una ruptura empresarial de alto impacto abren una nueva grieta en Sueños de libertad. Lo que comenzó como una disputa por un perfume, terminó revelando intenciones ocultas, deseos no correspondidos y el eterno juego de poder y apariencias que lo contamina todo.

En los próximos días, el futuro del acuerdo comercial penderá de un hilo. Marta, que desconoce la insinuación de Cobeaga, podría interpretar la actitud de su esposo de otra forma si don Pedro decide sembrar la duda. Y Pelayo, atrapado entre la lealtad a su empresa y las tensiones personales, deberá navegar este mar peligroso sin perder el rumbo… ni la dignidad.

¿Será esta la última vez que Cobeaga intente seducir a alguien para conseguir sus objetivos? ¿Qué precio tendrá el silencio de don Pedro? ¿Y cómo reaccionará Marta si todo sale a la luz?

Una cosa es segura: el mundo de Perfumerías De la Reina no volverá a ser el mismo después de este encuentro envenenado.