La tensión en la mansión de los Reina y los Merino estalla en un capítulo cargado de revelaciones, acusaciones y verdades que cambiarán el rumbo de todos los personajes. Lo que empieza como una cena de reconciliación termina en un campo de batalla emocional. Joaquín, Gabriel, María, Digna… todos muestran sus verdaderas cartas, y lo que se oculta tras cada palabra arde como dinamita a punto de estallar.

En un intento por limar asperezas, Gema organiza una cena familiar con la esperanza de que Joaquín y Don Pedro puedan reconciliarse. La velada comienza con elogios a Gema por su exquisita comida. Incluso Don Pedro se muestra agradecido y orgulloso, brindando por Luis y su contribución a la empresa con la nueva fragancia para Cobeaga. Pero cuando llega el turno de Joaquín, su actitud cambia. Sus respuestas son cortantes, su mirada tensa. Algo se cocina bajo la superficie.

Don Pedro, intentando suavizar la situación, le pregunta a Joaquín sobre sus pensamientos respecto al futuro de la empresa. Pero esa simple pregunta enciende la mecha. Joaquín estalla. Lo acusa abiertamente de manipular a todos, de fingir interés por él, y finalmente, de ser el responsable directo de su caída en la empresa. Lo acusa, sin reservas, de haberlo drogado para que llegara tarde a una reunión crucial, y de haber pagado a un operario para arruinar su reputación.

Pero eso no es todo. Joaquín va más allá. Afirma que Don Pedro también es el asesino de su primo Jesús. La atmósfera se vuelve irrespirable. La acusación vuela como un puñal. Digna, completamente superada por la situación, le abofetea a su hijo, incapaz de soportar lo que oye. El caos reina en la sala. Joaquín, con el alma herida, sube a su habitación, y Digna, llena de remordimientos, decide ir tras él.

La conversación entre madre e hijo es devastadora. Joaquín, convencido de su teoría, asegura que no descansará hasta demostrar que Don Pedro es un asesino. Pero entonces ocurre lo impensado. Digna, con lágrimas en los ojos, le confiesa una verdad que lo deja sin aliento: ella fue la causante indirecta de la muerte de Jesús. No disparó el arma, pero fue responsable. Esa revelación rompe por dentro a Joaquín, quien no logra asimilar que el hombre al que juró desenmascarar tal vez solo intentó proteger a su madre.

Mientras tanto, en la casa de los Reina, otra conversación tensa está teniendo lugar. Gabriel se acerca a María, quien lo enfrenta por haberse colado en la empresa y manipulado la situación. Le exige saber quién es realmente y cuáles son sus intenciones. Gabriel, lejos de esconderse, se presenta como el miembro olvidado de la familia Reina. Revela que conoce más de lo que aparenta, que no está allí por casualidad, y que en su historia hay mucho más de lo que todos imaginan.

Y entonces lanza la bomba: Gabriel y Jesús eran aliados. En los días oscuros después de ser despedido, Jesús se unió a Gabriel con un objetivo en común: acabar con Damián. Gabriel no oculta sus intenciones. Ha llegado a la mansión para continuar el plan que Jesús dejó inconcluso. Y lo más impactante es que necesita a María para lograrlo.

María se horroriza. Amenaza con contarle todo a Damián. Pero Gabriel, frío y calculador, saca su arma secreta: tiene una declaración escrita por Jesús en la que María aparece como la responsable del asesinato de Víctor Zárate. Un documento que detalla cómo Jesús la ayudó a ocultar el cadáver y a culpar a Andrés. Es una amenaza directa: si María no coopera, podría terminar en prisión. Y no solo ella. Andrés, aún en recuperación, también pagaría las consecuencias.

La tensión es insoportable. Justo cuando Gabriel cree tener el control, Andrés aparece y se lleva a María de allí, evitando que la conversación escale aún más. Pero el daño ya está hecho.

Los secretos que tanto tiempo se ocultaron han comenzado a salir a la luz. Las alianzas clandestinas, las traiciones familiares, los chantajes y los pasados oscuros empiezan a tejer una red imposible de detener. ¿Podrá Joaquín superar la confesión de su madre? ¿Logrará María resistirse a los planes de Gabriel o terminará siendo parte de ellos? ¿Hasta dónde llegará Gabriel en nombre de su pacto con Jesús?

Una nueva guerra se ha desatado en “Sueños de libertad”. Y esta vez, nadie saldrá ileso.