En Sueños de Libertad, las tensiones alcanzan un nuevo nivel cuando los secretos, las traiciones y las decisiones que no pueden deshacerse comienzan a entrelazarse como piezas de dominó listas para caer. La historia da un giro profundo, y nadie parece estar a salvo del torbellino de emociones que se avecina.

Chema, a pesar de las advertencias de Gaspar, se lanza con decisión tras Claudia. Su determinación contrasta con la creciente inseguridad de Claudia, quien abrumada por las exigencias de su rol en la casa Kuna, acude a Fina en busca de apoyo. Al principio, Fina duda, pero pronto descubre que tiene un talento natural para las tareas del hogar. Este hallazgo inesperado la impulsa a implicarse con más firmeza.

Mientras tanto, Gabriel entabla una conexión instantánea con Julia, lo que llena de ilusión a Damián, quien ve en esa afinidad una prueba de que su sobrino encaja perfectamente en el entorno familiar. Pero esta aparente armonía comienza a resquebrajarse con la reaparición de viejos conflictos.

El regreso de Andrés al trabajo provoca una reacción de crisis en María. Sin embargo, él logra tranquilizarla asegurándole que su amor sigue intacto y que no hay espacio para nadie más en su vida. Sus palabras calman momentáneamente a María, pero no detienen su control cada vez más absorbente.

Damián, por su parte, decide sincerarse con Gabriel sobre su vínculo con Tasio, pero para su sorpresa, Gabriel ya lo sabía. Emocionado por la honestidad de su sobrino, Damián le propone que se quede a vivir en la casa familiar. El lazo entre ambos se estrecha, pero no todos están convencidos de las verdaderas intenciones de Gabriel.

Andrés comienza a darse cuenta de cuánto ha cambiado su vida desde el accidente. Observa cómo María ha tomado el control total de su existencia. Un reencuentro con Begoña lo obliga a cuestionarse. Ella le lanza un mensaje directo: es hora de actuar con coherencia y decidir lo que realmente quiere.

El jueves 19 de junio, Pelayo decide dejar de guardar silencio y comparte con Marta sus sospechas sobre Gabriel. Ambos coinciden en que hay algo turbio en su comportamiento. Pero sin saberlo, Gabriel escucha fragmentos de la conversación desde las sombras. A la vez, Digna comparte con Irene y Pedro información reciente sobre el joven, revelando que los misterios en torno a los de la Reina están lejos de resolverse. Durante la charla, Irene sugiere que Damián no es el único que ha ocultado verdades. La relación entre ella y Pedro se deteriora aún más, y una confesión desgarradora se abre paso: su propio hermano la traicionó. Esta revelación deja una herida imposible de cerrar.

En otro rincón, Joaquín está convencido de que fue víctima de un sabotaje la noche que perdió el control de la empresa. Gema, decidida a ayudarlo, comienza a acercarse a Irene con la intención de sacarle información, aunque pronto choca con evasivas y muros defensivos. La verdad se esconde tras capas de silencio.

Andrés intenta reintegrarse a su rutina laboral, pero María lo manipula con sutileza para traerlo de vuelta a su lado. Y una vez más, él cede. Mientras tanto, Luz y Begoña reanudan su cercanía. Luz le confiesa su miedo ante una próxima revisión médica, y Begoña, todavía dolida por su ruptura con Andrés, se apoya en Julia como única fuente de consuelo. Para evitar preocupar a Joaquín, Gema asegura que Luz la acompañará al cardiólogo, pero cuando se lo propone, la médica duda, dejando entrever una sombra de temor.

En el plano profesional, Marta le da a Luis una noticia agridulce: Cobeaga ha elegido Perfumerías de la Reina para lanzar su nueva fragancia, pero quiere controlar cada paso del proceso. La llegada del diseñador a la colonia genera revuelo, especialmente por su inmediata conexión con Pelayo.

Digna, cada vez más atrapada en su propia red, debe justificar ante Irene las decisiones de Pedro respecto al alejamiento de Cristina. Pero el tiempo se agota. Damián se prepara para contraatacar y no piensa detenerse. Gabriel es finalmente confrontado por Marta y Pelayo. Aunque Marta cae bajo su hechizo, Pelayo mantiene sus sospechas camufladas bajo una apariencia cordial.

El fallido intento de Andrés por volver a la fábrica no pasa desapercibido. Damián, harto de la manipulación de María, la visita con una advertencia gélida: si no deja de arrastrar a su hijo a la dependencia, acabará en una residencia de lujo, lejos de la colonia.

El viernes 20 de junio, Gabriel intenta tender puentes con Tasio, quizás buscando reconciliar a la familia… o quizá con un objetivo oculto. Esta cercanía inesperada no pasa desapercibida. Damián, incómodo, exige explicaciones. Tasio, cansado de los silencios, lo acusa de avergonzarse de Gabriel.

Andrés, al descubrir los planes de su padre para internar a María en una clínica, queda devastado. Busca consuelo en Begoña, pero sus palabras —que María necesita ayuda profesional— lo hieren profundamente. Andrés las vive como una traición, aferrándose más a María, mientras el abismo entre ambos se ensancha.

María, siempre calculadora, observa desde la distancia. Se siente en control, moviendo las piezas de su juego con frialdad. Su influencia crece a la par que la confusión y el caos.

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Por otro lado, Chema llega a la tienda con el rostro sombrío: ha perdido su empleo. Carmen reacciona con furia y promete ayudarlo a recuperarlo. Gema sigue investigando la noche fatídica de Joaquín y tropieza con el muro de evasivas de Irene, lo que solo refuerza sus sospechas.

María aprovecha cada momento para herir a Begoña. Sabe que Andrés la apoya y usa cada gesto para debilitarla más. Mientras tanto, Irene estrecha lazos con Cristina, fascinada por el perfume que ha creado. Sin saberlo, se acerca a una verdad que cambiará todo: el lazo de sangre que las une.

Pelayo, decidido a crecer en el ámbito político, planea asistir a una cacería de élite y le pide a Marta que lo acompañe. En paralelo, una tormenta corta la electricidad en la casa familiar, lo que Gabriel aprovecha para moverse en la oscuridad. Encuentra documentos comprometedores que podrían ser clave en su juego de poder.

En ese mismo escenario, tiene un primer encuentro con Irene. La conversación, aunque cortés, le permite a Gabriel obtener información valiosa. Mientras tanto, Digna insiste en que Pedro ocultó a Cristina para proteger a Irene, pero esta, harta de mentiras, ya no quiere oír más excusas.

Las piezas se mueven y el tablero está encendido. En Sueños de libertad, la verdad es un arma peligrosa… y todos están a punto de descubrirlo.