La calma es solo apariencia en La Promesa, y este viernes 20 de junio, el capítulo 620 nos lleva al límite con revelaciones impactantes, decisiones inesperadas y un nuevo plan oscuro que amenaza con destruir los frágiles equilibrios del palacio. El drama, la tensión familiar y las conspiraciones alcanzan un nuevo nivel… y todo comienza con la rebelión silenciosa de Ángela.
Después de varios días resistiendo en los jardines del palacio como protesta por la orden dictatorial de su madre, Ángela se encuentra completamente agotada. Su cuerpo empieza a resentirse: la fiebre, el frío nocturno y el desgaste emocional la están llevando al límite. Pero Leocadia, lejos de conmoverse, se presenta para verla… no por ternura, sino para confirmar el deterioro de su hija y reafirmar su decisión de enviarla de regreso a Zúrich. Ni la enfermedad de Ángela ni su evidente sufrimiento logran ablandarla.
Y si eso no fuera suficiente, Lorenzo, siempre atento a manipular el contexto a su favor, aprovecha el momento para sembrar la semilla de un nuevo plan. En un susurro venenoso, le propone a Leocadia una estrategia aún más agresiva para doblegar la voluntad de Ángela. Aunque los detalles aún se mantienen ocultos, todo indica que lo que viene será brutal y sin retorno. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Lorenzo con tal de ejercer control sobre la familia?
Mientras la hija se debilita en los jardines, la madre elige distraer a todos con lujo y espectáculo. En vez de atender la emergencia emocional y médica de su hija, Leocadia propone a Lisandro organizar una gran fiesta en La Promesa, un evento de apariencias cuyo único propósito es reforzar su imagen de poder y control. El contraste entre la ostentación del festejo y la debilidad de Ángela no puede ser más cruel.
Pero los giros no acaban ahí. Mientras las tensiones familiares se multiplican, Curro recibe una confesión inesperada de Esmeralda, recién llegada a La Promesa. Ella, sin rodeos, le revela un capítulo oculto de su pasado: una relación turbia con la Joyería Llop, lo que aviva aún más la llama de la investigación que lleva tiempo inquietando a varios personajes. Curro, movido por su instinto, no tarda en descubrir algo que cambia por completo el rumbo de la historia: el verdadero propietario de la joyería no es quien todos pensaban. El nombre que aparece ligado a ese negocio lo deja sin aliento… y pone patas arriba toda la investigación. ¿Qué vínculos ocultos saldrán a la luz ahora? ¿Quién se ha beneficiado del silencio?
Por su parte, Alonso, alarmado por los rumores, decide confrontar a Rómulo. Lo enfrenta con una mezcla de preocupación y tristeza, queriendo saber si es cierto que piensa abandonar el servicio. El mayordomo, fiel a su estilo, no esquiva la verdad y confirma que se irá definitivamente del palacio. Su salida marca el fin de una era. No es solo un trabajador más: es uno de los pilares de La Promesa, un confidente, una figura de autoridad silenciosa que ha guiado a muchos. Su marcha dejará un vacío difícil de llenar.
En otro rincón del palacio, Catalina y Adriano finalmente comunican su decisión sobre el condado ofrecido por el duque de Carvajal y Cifuentes. La pareja, tras pensarlo largo y tendido, hace pública su respuesta. El anuncio sorprende a todos, y aunque no se revelan aún las consecuencias, está claro que el curso político y personal de sus vidas cambiará por completo.
Samuel, que ahora se encuentra dedicado a las labores del servicio, también entra en escena con un movimiento clave: se acerca a Leocadia para hablarle de Petra, de su paradero y de la conveniencia de readmitirla en La Promesa. En una casa donde cada gesto tiene peso político, esta petición podría alterar los equilibrios más delicados.
Y como si todo esto no fuera suficiente, una escena inquietante cierra el episodio con una nota de misterio: Manuel y Toño pasan la noche en el hangar, intentando descansar o quizás escapar del ruido de la casa… pero en la oscuridad se topan con una presencia extraña entre las sombras. ¿Se trata de un intruso? ¿Un fantasma del pasado? ¿O el inicio de una nueva amenaza?
Este capítulo 620 de La Promesa es, sin duda, uno de los más intensos hasta ahora. La enfermedad de Ángela, la frialdad de Leocadia, la conspiración de Lorenzo, la salida de Rómulo, el regreso explosivo de Esmeralda, la revelación sobre la joyería Llop, y el misterio final en el hangar… todo se entrelaza como un reloj narrativo que avanza hacia una tormenta.
En medio de todo esto, los personajes se enfrentan a decisiones que no solo definen su presente, sino que amenazan con destruir todo lo que hasta ahora creían seguro. La Promesa ya no es un refugio, sino un campo de batalla emocional, donde cada palabra, cada secreto y cada traición puede ser el detonante de una catástrofe.
El viernes 20 de junio, el capítulo 620 no es uno más: es una bomba narrativa lista para estallar. ¿Estás preparado para lo que viene? Porque en La Promesa, nada es lo que parece… y nadie está a salvo.