En La Promesa, del lunes 16 al viernes 20 de junio, los secretos más oscuros, las decisiones más difíciles y las tensiones familiares explotan en una semana que lo cambiará todo. Los capítulos del 616 al 620 vienen cargados de conflictos, revelaciones, decisiones inesperadas… y una Ángela que desafía a su madre mientras su salud se deteriora dramáticamente.
Todo comienza cuando Leocadia, decidida a romper el vínculo entre su hija Ángela y Curro, la obliga a marcharse a Zúrich para retomar sus estudios. Aunque la joven, firme y desafiante, le planta cara y exige tomar sus propias decisiones, finalmente no le queda otra que obedecer… al menos, en apariencia. Porque, en el fondo, Ángela tiene un plan propio y no está dispuesta a abandonar la Promesa sin luchar. Esta rebelión, sin embargo, le traerá consecuencias: enfermará gravemente al acampar fuera del palacio, debilitada, mientras resiste contra el mandato de su madre.
Mientras tanto, Catalina y Adriano reciben una oferta inesperada: un título nobiliario de parte del duque Lisandro. La propuesta los desconcierta profundamente y deberán decidir si aceptan convertirse en los nuevos condes, una elección que alterará su destino. Su decisión definitiva llegará el viernes, sorprendiendo a todos.
En paralelo, Rómulo, el mayordomo de toda la vida, comienza a informar a los más cercanos de su intención de retirarse. Su lealtad, sin embargo, lo obliga a pedirle ayuda a Catalina para confesarle al Marqués su marcha. Emilia, feliz con la idea de dejar el palacio junto a él, promete discreción absoluta. Pero la noticia no tarda en hacer eco entre el personal, y pronto alguien de la planta noble adivina sus intenciones.
Por otro lado, la tensión entre Curro y Esmeralda escala. Él intenta arrancarle la verdad sobre el veneno que envenenó a su hermana Hann, mientras descubre que Esmeralda tiene un pasado mucho más oscuro de lo que imaginaba. La investigación da un giro inesperado cuando se revela que el verdadero dueño de la joyería Llop —donde provino el cianuro— es alguien completamente inesperado. ¿Quién se oculta tras esa fachada? La revelación será clave en los próximos días.
Pero no todo es veneno y secretos. También se cuece una batalla de poder entre Leocadia y Samuel. Ella le exige que oculte su excomunión al duque, mientras él le pide que readmita a Petra Arcos, ahora que parece haberla localizado. Petra podría estar de regreso muy pronto… y con ella, más intrigas.
En medio de estas turbulencias, Martina desafía a Leocadia y visita en secreto a Ángela, comprobando que su salud se deteriora a pasos agigantados. A pesar de ello, Ángela se mantiene firme: no se irá. No ahora. No por orden de una madre que, más que preocuparse por su futuro, parece desesperada por separarla del amor. Lorenzo, el capitán Garrapata, intenta mediar entre madre e hija y elogia el coraje de la joven, mientras lidia con su propia frustración ante la situación entre Adriano y el duque.
Y mientras los motores de avión siguen siendo foco de misterio, Manuel y Toño descubren que alguien ha estado hurgando entre sus cosas en el hangar. Deciden pasar la noche allí y, en la penumbra, presencian la aparición de una figura misteriosa. ¿Quién se cuela en el hangar? ¿Y con qué intención? ¿Está detrás de los planos, del veneno o de algo más?
El viernes, finalmente, se produce el esperado reencuentro: Leocadia visita a su hija. La encuentra debilitada, con el rostro pálido y el cuerpo tembloroso, pero con la misma fuerza de siempre. Ángela no cede, y Lorenzo sugiere a Leocadia que hay otras formas más inteligentes de manejar la rebeldía de su hija. ¿Dará marcha atrás Leocadia? ¿O endurecerá aún más su postura?
Y como si no fuera suficiente, Esmeralda finalmente revela a Curro detalles escalofriantes sobre su tiempo en la joyería Llop, pero la verdadera bomba estalla al descubrirse la identidad del propietario de la tienda: un nombre que sacudirá los cimientos del palacio.
La Promesa esta semana se convierte en un campo de batalla: entre madres e hijas, entre el deber y el deseo, entre el pasado oculto y la verdad revelada. Ángela, enferma pero determinada. Curro, arriesgando todo por justicia. Rómulo, diciendo adiós. Y Catalina y Adriano, a punto de convertirse en los nuevos condes. Y en el fondo, una joyería con un pasado envenenado y un dueño aún más peligroso.
Todo esto y más se desvelará en los capítulos 616 al 620 de La Promesa. Una semana para no parpadear. Porque cuando crees que ya lo has visto todo… el veneno vuelve a circular, las coronas cambian de manos… y las hijas dejan de obedecer.