Este domingo, los espectadores de Una nueva vida serán testigos de un giro impactante que amenaza con cambiar el equilibrio de poder en la familia Korhan para siempre. La inesperada llegada de Nukhet y su hijo Kaya desatará una tormenta de conflictos, rivalidades y antiguas heridas familiares que saldrán a la luz en uno de los episodios más intensos hasta ahora.
Nukhet, hija de Halis Korhan, llevaba años viviendo en Londres, alejada de los escándalos y tensiones que han marcado a su familia. Sin embargo, decide regresar de forma repentina a la imponente mansión Korhan, acompañada por su hijo Kaya. Aunque su presencia inicialmente parece responder a un reencuentro familiar inocente, pronto queda claro que sus intenciones son mucho más profundas y estratégicas.
El regreso de Nukhet no es casual. Llega con una postura firme, una actitud decidida y el claro objetivo de reclamar el lugar que cree que le corresponde por derecho. Desde el primer momento, Halis Korhan, patriarca del clan, demuestra una predilección especial por ella, situándola a su lado en la mesa principal de la casa, lo cual implica desplazar a Ifakat, quien hasta ahora era una figura clave en la dinámica doméstica.
Este simple gesto, que a ojos de cualquiera podría parecer una cortesía hacia una hija que ha vuelto del extranjero, se convierte rápidamente en una declaración de intenciones. Halis no solo posiciona a Nukhet como una figura central en la casa, sino que también otorga a su hijo Kaya un rol simbólico y provocador: lo sienta en el lugar que ocupaba Fuat, su nieto fallecido y hermano de Ferit. Esta decisión es percibida por Ferit como una afrenta directa a la memoria de su hermano y al equilibrio familiar que tanto ha intentado mantener tras la tragedia.
La tensión estalla en Ferit. Incapaz de entender por qué su abuelo actúa de forma tan tajante y sin consultarle, se siente traicionado y desplazado. Decidido a recuperar el control y expulsar a los recién llegados, acude a Kazim en busca de apoyo. Ferit cree que Kazim, también afectado por los cambios y los juegos de poder dentro de la mansión, se pondrá de su lado para frenar la escalada de influencia de Nukhet y Kaya. Sin embargo, su intento de encontrar aliados no solo fracasa, sino que lo deja aún más dolido. La reacción de su abuelo Halis no se hace esperar y es aún más dura de lo que Ferit podría imaginar.
El conflicto no es solo por los asientos ni por una disputa territorial dentro de la casa. Lo que realmente está en juego es el legado de poder dentro del imperio Korhan. Nukhet, aparentemente cordial, comienza a mover sus fichas con astucia. Con cada palabra, con cada gesto, deja entrever que su regreso tiene un propósito más allá de lo afectivo. Su objetivo es reposicionar a su familia —ella y su hijo— como herederos legítimos y con pleno derecho dentro del clan. De hecho, algunos rumores apuntan a que Halis, consciente de su avanzada edad y de las fracturas internas entre sus descendientes, estaría valorando seriamente cambiar la línea de sucesión a favor de Kaya.
Kaya, por su parte, no tarda en mostrarse como un joven seguro de sí mismo, ambicioso y dispuesto a demostrar que puede estar a la altura del apellido Korhan. Su presencia genera un efecto inmediato en la mansión. Algunos empleados comienzan a tratarlo con deferencia, mientras que otros miembros de la familia lo ven con recelo, especialmente Ferit, quien no está dispuesto a permitir que un primo hasta ahora ausente ocupe el lugar de su difunto hermano.
La tensión crece con cada minuto que pasa. Ifakat, humillada por su desplazamiento en la mesa y por la creciente influencia de Nukhet, empieza a mostrar signos de inquietud. Ella, que ha sido una pieza clave en el equilibrio de la familia, ve peligrar su posición y comienza a trazar sus propios planes para contrarrestar el avance de la recién llegada. La lucha de poder se convierte, así, en una batalla silenciosa de estrategias y alianzas.
Mientras tanto, Halis parece tener claro su camino. Firme en su decisión, no duda en mostrarse públicamente del lado de Nukhet, ignorando los reproches de Ferit y el descontento general. Para él, su hija representa una oportunidad de renovar la sangre del clan, quizás con una visión menos contaminada por las intrigas y fracasos de los últimos años.
Este episodio de Una nueva vida marca un antes y un después en la trama. La llegada de Nukhet y Kaya no solo remueve heridas del pasado, sino que proyecta un futuro incierto para todos los personajes. La mansión, que ya ha sido escenario de amores imposibles, traiciones y luchas internas, se convierte ahora en el tablero de un nuevo juego en el que nada está garantizado.
¿Podrá Ferit recuperar su lugar como heredero natural del legado Korhan? ¿Qué secretos esconde Nukhet tras su rostro sereno? ¿Será Kaya capaz de convertirse en el nuevo pilar de la familia? ¿Y hasta dónde llegará Ifakat para recuperar el terreno perdido?
Todo esto y más se revelará en el capítulo de este domingo, un episodio que promete emociones intensas, revelaciones inesperadas y una nueva etapa en la guerra silenciosa por el poder dentro de Una nueva vida. No te pierdas el avance en video que ya está disponible y mantente atento, porque lo que se avecina promete cambiarlo todo.