En el próximo capítulo de Una nueva vida, el drama y la tensión alcanzan un nuevo nivel tras el impactante ataque que sufrió Ferit. La noticia de que fue herido por un disparo en el pecho sacude profundamente a toda la familia Coran, sumergiendo la mansión en un ambiente de pánico y confusión. Orhan, tratando de mantener el control, asume el papel de líder en medio de la crisis, mientras que Alis Coran, aún delicada por un reciente problema cardíaco, lucha por mantenerse fuerte ante la amenaza real de perder a su nieto.

Urgentemente, se organiza un traslado en avión ambulancia para llevar a Ferit desde Gaciantep a Estambul, donde los especialistas pueden atenderlo mejor. Durante el vuelo, su condición es crítica, y el equipo médico se esfuerza al máximo por estabilizarlo. Al aterrizar, Ferit es llevado directamente al quirófano, dejando a la familia en la sala de espera sumida en un silencio tenso y lleno de incertidumbre.

Los miembros de la familia muestran distintas reacciones: Alice se mantiene serio y estoico, Orhan alterna entre el miedo y la frustración, y Gulgun está devastada y no puede contener sus lágrimas. Pero lo que todos se preguntan sin cesar es quién está detrás del ataque a Ferit. La llegada de Seiran al hospital aumenta las tensiones, ya que muchos en la familia la señalan como responsable, especialmente Gulbun, quien no oculta su enojo y confronta a Seiran con acusaciones duras y directas.

Seiran, por su parte, se siente atrapada por la culpa y la hostilidad. Incapaz de defenderse, carga con un peso insoportable mientras el ambiente se torna cada vez más tenso. En ese momento, Kazm irrumpe en el hospital y defiende con firmeza a su hija, imponiendo respeto y orden frente a la familia Coran, especialmente reprochando a Gulgun por su actitud. La situación se complica aún más cuando Kath, otra figura clave, acusa a Ifat de ser la verdadera culpable de todo el problema, pues fue ella quien permitió que Safetaga y sus nietos se acercaran demasiado a la familia. Aunque intenta mantener la calma, la incomodidad en su rostro es evidente.

La espera termina cuando las puertas del quirófano finalmente se abren y el médico sale a informar que la operación fue un éxito. Sin embargo, la buena noticia viene acompañada de un aviso preocupante: Ferit podría quedar con parálisis permanente en su brazo izquierdo debido al daño en la médula espinal causado por el disparo. Estas palabras caen como un balde de agua fría para todos, opacando la alegría de su supervivencia.

Sean, abrumada por la culpa, apenas puede contener el llanto, mientras Orhan ya está pensando en la siguiente estrategia para ayudar a Ferit, organizando los preparativos para una segunda cirugía con un especialista. Poco después, Ferit despierta lentamente y su primer deseo es ver a Seiran, lo que alivia a ella pero solo aumenta la animosidad de Gulbun y Alice hacia ella.

La tensión se mantiene alta cuando Atus llega con una inesperada propuesta para acabar con el conflicto: un acuerdo con Safetaga para que Tark se entregue a la policía. Aunque Alice acepta de mala gana, no renuncia a su orgullo. En paralelo, Ferit, aún débil, intenta mover su brazo izquierdo sin éxito y busca respuestas en Seiran, quien prefiere tranquilizarlo con palabras de esperanza en vez de contarle la verdad sobre su estado. Ferit se muestra decidido a recuperarse, y Seiran le promete que estará a su lado en cada paso del proceso.

En medio del estrés hospitalario, Seiran busca un momento de calma y se dirige al baño, pero allí se encuentra inesperadamente con Iacat. La tensión entre ellas explota cuando Iacat, llena de frustración acumulada, acusa a Seiran de ser la causa de todos los problemas que azotan a la familia. Sin embargo, esta vez Seiran no se deja intimidar y enfrenta a Iacat con serenidad, advirtiéndole que no dudará en revelar a toda la familia el secreto de la relación entre Iacat y Orhan. Este enfrentamiento deja a Iacat paralizada, sorprendida y por primera vez realmente amenazada.

Más tarde, cuando el médico sale del quirófano, la familia se reúne nuevamente con esperanza y nerviosismo. El doctor confirma que la operación fue exitosa, pero advierte que Ferit necesitará tiempo y esfuerzo para recuperar el uso de su brazo. Aunque la noticia trae alivio, la preocupación sigue latente.

Cuando Ferit es trasladado a su habitación, su familia corre a verlo. Gulbun no puede contener las lágrimas al verlo consciente, mientras Alice y Orhan intentan aparentar calma. Sin embargo, la fuerza de Ferit sorprende a todos cuando les declara con determinación que no renunciará a Seiran y que la ama profundamente, sin importar lo que pase. Esta afirmación genera un silencio incómodo entre los presentes, y Alice, molesto, reprende duramente a Orhan y a Iacat por su falta de control en la situación, responsabilizándolos por lo ocurrido.

Alice, decidido a tomar el mando, realiza una llamada a Londres para que su hija Nukb regrese, creyendo que su llegada puede restaurar el equilibrio en la familia. Por otro lado, cada vez más acorralada, Iacat confiesa a Orhan que Seiran conoce su secreto, algo que podría destruirlos si se revela.

Mientras tanto, Kath visita a Ferit en el hospital, sorprendiendo a todos con su presencia. Al principio, Ferit desconfía, pero la actitud honesta y cálida de Kath poco a poco lo va desarmando. Durante la conversación, ella menciona que Seiran ha sufrido muchas críticas de la familia Coran, algo que Ferit desconocía porque Seiran quiso protegerlo para no añadirle más preocupaciones. Esto genera en Ferit una mezcla de tristeza y admiración por la fortaleza de Seiran.

En otro punto, Suna intenta acercarse a Abidin para revivir su relación, pero él la rechaza con frialdad, dejando a Suna destrozada emocionalmente. Mientras tanto, Alice toma la iniciativa y llama a Kath para proponer formalmente el matrimonio entre Ferit y Seiran, aunque para sorpresa de todos, Kath rechaza la propuesta porque no quiere forzar a su hija a nada.

Lejos de rendirse, Ferit decide actuar con valentía: dos días después de recibir el alta, convoca a su familia y va a la casa de Kath para pedir nuevamente la mano de Seiran. Aunque Alice se muestra reticente, acepta acompañarlo. Kath siente una mezcla de orgullo y desafío ante esta visita.

Tras unos momentos cargados de tensión, Alice hace la petición formal para el compromiso de Seiran con Ferit. Kath finge dudar, pero finalmente accede, convencida de que es lo mejor para su hija. La boda se celebra dos semanas después en una ceremonia elegante y emotiva, donde Ferit y Seiran muestran una felicidad radiante, aunque la atmósfera familiar sigue siendo tensa. Gulbun y Orhan mantienen cierta distancia, y Alice, aunque aparentemente calmado, está alerta a cada movimiento.

La tranquilidad se rompe al día siguiente, cuando Alice anuncia una visita inesperada. Poco después, un coche llega a la mansión y Nuket, la hija de Alice, aparece acompañada de su hijo Kaya. Este regreso sorprende a todos y marca el inicio de una nueva etapa llena de secretos y conflictos que prometen cambiar para siempre la dinámica familiar de los Coran.