En La Promesa, cuando creemos que la calma regresa al palacio, nuevas intrigas empiezan a florecer con más veneno que nunca. El capítulo 601, que cierra la semana este viernes 23 de mayo, se perfila como una tormenta emocional y estratégica donde las traiciones se revelan y las alianzas secretas amenazan con derrumbar los frágiles equilibrios de poder. El eje: Leocadia y su vínculo cada vez más peligroso con Lisandro.

La escena se abre con una Leocadia que, tras su fachada de cortesía y gestos maternales, afila cuchillos con sonrisa impecable. Su trato con Eugenia es una danza de engaños, donde cada palabra amable esconde una intención más oscura. Leocadia sigue tejiendo su red en las sombras, aferrándose a su alianza con Lorenzo y urdiendo un plan que podría acabar, una vez más, con Eugenia encerrada entre los muros del sanatorio.

Eugenia, por su parte, no está del todo desprevenida. En un momento de confianza, revela que Cruz la alertó: le advirtió que no se fiara de Leocadia. Y con razón. Porque mientras la aparente protectora juega a la benefactora, su auténtica lealtad está con Lisandro, el hombre que sigue moviendo fichas desde la oscuridad. Lisandro no solo amenaza con sacar a la luz los secretos más oscuros de los Luján, sino que también trama junto a Leocadia una ofensiva directa contra el legado y la estabilidad de la familia.

En paralelo, el pasado regresa con fuerza en forma de sospechas y revelaciones. Curro, cada vez más cerca de la verdad, habla con Pía sobre un asunto que lo carcome por dentro: el accidente a caballo que casi le cuesta la vida. Él está convencido de que Jacobo está detrás, de que intentó apartarlo del camino para silenciar sus preguntas sobre la muerte de Hann. Pía, que ha sido testigo de más de una traición, no hace más que confirmar sus sospechas. La búsqueda de justicia por Hann aún no ha terminado.

En un giro más ligero pero igual de significativo, el taller de aviación comienza a dar frutos. Manuel y Toño celebran con entusiasmo los primeros avances del proyecto de motores. La relación entre ambos se fortalece, dejando atrás las diferencias iniciales y dando paso a una nueva confianza. Pero la felicidad de Toño se ve amenazada por la reaparición del sargento Burdina en el palacio. Los nervios del joven delatan que algo más profundo lo atormenta: teme que Burdina sepa la verdad sobre el accidente del coche… y el dinero implicado.

Manuel no es ajeno a ese cambio. Observa con preocupación cómo Toño se desmorona poco a poco y empieza a sospechar que hay más secretos detrás de esa fachada de entusiasmo. ¿Podrá ayudarlo a tiempo antes de que Burdina destape el escándalo?

Catalina y Adriano, por su parte, deciden tomarse una tregua emocional. Aunque su plan era marcharse discretamente, optan por quedarse un poco más hasta asegurarse de que Lisandro finalmente abandona el entorno de La Promesa. La prudencia, en este caso, es un acto de amor. Ellos saben que cualquier paso en falso puede poner en peligro no solo su relación, sino su libertad.

Y cuando todo parecía haber quedado atrás entre Emilia y Rómulo, un nuevo malentendido amenaza con resucitar viejos fantasmas. La relación, que parecía encaminada hacia una reconciliación madura, se tambalea de nuevo por asuntos sin resolver. Los resentimientos no han desaparecido, solo dormían.

Mientras tanto, Curro no se rinde. Preocupado por el bienestar de Eugenia, se arma de valor y la busca en el palacio. Allí, la encuentra con un temple inesperado. La mujer, que ha sido víctima de intrigas, encierros y traiciones, le muestra que ha resurgido con más fuerza que nunca. Su serenidad es casi desafiante. Le transmite a su hijo que está más firme, más decidida… y que esta vez no piensa dejar que nadie la arrastre de nuevo al infierno del sanatorio.

Este capítulo 601 es una sinfonía de tensiones que se entrelazan. Desde las maquinaciones silenciosas de Leocadia y Lisandro hasta la resistencia férrea de Eugenia; desde las sospechas de Curro hasta la amenaza silenciosa de Burdina; desde la ilusión del taller hasta el riesgo de un nuevo escándalo familiar. La Promesa se adentra en terrenos cada vez más oscuros, donde la verdad puede salvar… o condenar.

La semana cierra con una sensación de alerta permanente. Nadie está a salvo. Todos tienen algo que perder. Y las alianzas que antes eran improbables ahora se sellan con pactos secretos, amenazas encubiertas y traiciones disfrazadas de afecto. La batalla por el control de La Promesa ha comenzado de nuevo. ¿Quién ganará? ¿Quién caerá?

No te pierdas este viernes 23 de mayo el capítulo 601 de La Promesa. Un episodio que marca el inicio de una nueva guerra silenciosa en el palacio, donde las sonrisas ocultan dagas y cada palabra es una jugada más en un tablero en constante movimiento. Te leemos en los comentarios.