La sombra de la tragedia se cierne sobre La Promesa en el capítulo 597, que se emitirá este lunes 19 de mayo. El regreso imprevisto del temido duque Lisandro de Carvajal y Cifuentes, mano derecha del mismísimo rey Alfonso Xero, desata un terremoto emocional, político y familiar que amenaza con cambiarlo todo. Su llegada no es una simple visita diplomática: viene con órdenes precisas y letales, y uno de sus blancos es Curro, cuya suerte pende de un hilo.

Desde el instante en que su carruaje de noble estampa se detiene frente al palacio, el ambiente se vuelve irrespirable. Los Luján corren para limpiar cada rincón, almidonar manteles y ensayar sonrisas. Pero el esplendor que quieren mostrar no puede ocultar las fisuras que Lisandro ha venido a inspeccionar. Porque el duque no perdona errores y trae consigo el poder para decidir destinos… o sentenciar condenas.

Abajo, en la planta del servicio, el nombre de Lisandro despierta viejos rencores. Los criados más antiguos recuerdan las humillaciones sufridas a manos de su estirpe. El resentimiento hierve en silencio, mientras arriba el miedo y la tensión lo impregnan todo. En este campo minado de apariencias, Curro se convierte en el objetivo más vulnerable.

Pese a las órdenes de Don Alonso y Doña Leocadia de mantener la discreción absoluta, Curro no se esconde. Obsesionado con descubrir la verdad sobre la muerte de Don Pedro y los oscuros secretos de la joyería, continúa su investigación junto a Lóe y la valiente Ángela. A espaldas de todos, planean arrancar más información a Trinidad, una dependienta que podría saber más de lo que aparenta. La determinación de Ángela, que insiste en acompañarlos pese al peligro, añade otra capa de riesgo a un plan ya de por sí temerario.

Mientras tanto, el palacio se divide. Manuel, asfixiado por las imposiciones del duque, se rebela: no soporta ver cómo su familia se arrodilla ante un hombre que manipula destinos sin piedad. Catalina, por su parte, se niega a esconder su matrimonio con Adriano y a ocultar a sus hijos. “No voy a vivir en la mentira”, declara con orgullo, a pesar de que esa decisión puede convertirla en blanco de Lisandro. Su desafío directo a la autoridad no solo sacude a su esposo, sino que pone en riesgo la fachada que los Luján intentan mantener.

Y es que todos saben lo que está en juego: Lisandro ha venido a verificar que se cumplen las directrices reales, especialmente aquellas que afectan a Curro. Las órdenes anteriores eran claras: Curro no debe estar en La Promesa, y si el duque lo descubre, las consecuencias serán catastróficas para toda la familia.

Pero el destino, caprichoso y cruel, orquesta el peor de los encuentros. En el momento menos esperado, Curro se cruza cara a cara con Lisandro. No hay forma de ocultarse. El duque lo reconoce al instante. La tensión se dispara. ¿Será este el fin para Curro? ¿Lo expulsarán del palacio? ¿O algo peor?

La situación se complica aún más con el movimiento inesperado de Eugenia, quien, cansada de las manipulaciones de Lorenzo, decide desafiar las normas impuestas y exige visitar a su hermana Cruz en prisión. Su acto de rebelión femenina añade una nueva grieta al delicado equilibrio del palacio, justo cuando más se necesita unidad.

Los salones principales se convierten en un escenario de teatro en el que cada gesto está calculado, mientras en las cocinas y los pasillos secretos se tejen planes, se esconden verdades y se toman decisiones que podrían arruinarlo todo. La presencia de Lisandro lo trastoca todo, porque no solo representa la ley del rey, sino también el peso de una historia de abusos, castigos y secretos callados durante demasiado tiempo.

Don Lorenzo, por su parte, se pavonea como siempre, recordando su estrecho vínculo con el duque y subrayando la importancia de su linaje. Su arrogancia irrita incluso a los más pacientes. Pero ni su ego puede controlar lo que está a punto de suceder.

Porque la realidad es esta: La Promesa se convierte en una bomba a punto de estallar. Todos tienen algo que ocultar. Todos temen ser descubiertos. Y en el centro de esa tormenta está Curro, un joven que solo quiere saber la verdad pero que, al hacerlo, podría pagar con su libertad… o con su vida.

Este lunes 19 de mayo, no te pierdas el capítulo 597 de La Promesa. Porque el tiempo se agota, la fachada se resquebraja y la justicia del palacio ya no depende de la razón… sino del capricho de un duque dispuesto a todo.