Las sombras del pasado comienzan a emerger con fuerza en La Promesa, desatando una tormenta emocional que amenaza con cambiar para siempre la vida de sus protagonistas. El capítulo gira en torno a una revelación devastadora: Curro, el joven que ha vivido entre privilegios y silencios, decide finalmente enfrentar su verdad, y lo que desvela conmociona a Eugenia, Alonso y todo el entorno del palacio.

Todo comienza con Manuel, solo en su taller, enfrentándose al motor que representa años de esfuerzo y sueños. Sus manos tiemblan, y el miedo al fracaso lo invade por completo. En ese momento de desesperación aparece el sargento Burdina, un fantasma del pasado que no solo le entrega un cheque salvador, sino también una carga emocional que pesa más que cualquier deuda monetaria. ¿Es este rescate un acto de bondad o una trampa disfrazada de ayuda?

Mientras tanto, en el palacio, el juicio contra Cruz está a punto de comenzar. Alonso, aunque intenta mantener la fe en su esposa, no puede evitar sentir que algo no encaja. Leocadia, por su parte, se ve amenazada: si Cruz resulta absuelta, su influencia dentro de La Promesa se debilitaría drásticamente. Esta tensión se vuelve aún más compleja cuando Ángela, deseosa de respuestas y conexión, finalmente conoce a Eugenia, la madre de Curro. La elegancia y calidez de Eugenia la impactan, y tras su encuentro, Ángela confiesa a Curro lo feliz que está de haber conocido a una mujer tan especial.

En medio de esta ola de emociones, Catalina y Adriano toman una decisión arriesgada: casarse en secreto para evitar las manipulaciones de Leocadia. Eligen como madrina a Simona, quien recibe el encargo con una mezcla de honor y angustia. Pero mientras se preparan para una ceremonia clandestina, Simona comienza a preocuparse por la desaparición de Toño. ¿Y si su hijo ha vuelto a cometer los mismos errores de antes?

Curro, con el alma dividida, decide que ya no puede cargar más con el secreto que ha guardado durante tanto tiempo. Se sincera con Eugenia y le revela quién es realmente, cómo pasó de heredero a sirviente y cómo la muerte de Hann lo empujó a iniciar una peligrosa investigación por su cuenta. Eugenia, devastada, va directamente a enfrentar a Alonso con la verdad: ella sabe cuál es el verdadero origen de Curro. Esta confrontación es inevitable y profundamente desgarradora.

Al mismo tiempo, Petra empieza a mostrar una cara inesperada. Por años considerada dura y distante, ahora consigue un trabajo para-Alicia en la panadería, gesto que desconcierta a todos. ¿Ha cambiado realmente o es solo una nueva estrategia? En otro rincón del palacio, Rómulo y Emilia viven un nuevo choque. Pla, dolido por lo que ha descubierto, encara al mayordomo, generando un nuevo conflicto entre los sirvientes.

El proyecto de Manuel toma un nuevo giro cuando descubre que puede adquirir las máquinas necesarias para construir sus motores a un precio accesible. Pero debe actuar rápido. Las oportunidades no esperan, y lo que está en juego no es solo un sueño profesional, sino el legado de toda una vida.

Curro y Lóe, por su parte, siguen la pista del envenenamiento de Hann. Sus investigaciones los llevan a sospechar de una persona inesperada, alguien a quien deben acercarse sin levantar sospechas. Este acercamiento es peligroso, y los pone en riesgo a ellos y a la verdad que tanto ansían descubrir.

Simona, por su parte, no puede dormir. La ausencia de Toño la atormenta, y aunque Manuel intenta tranquilizarla, ella teme lo peor. Cuando finalmente Toño regresa, su presencia no trae consuelo, sino más incertidumbre. No es el joven seguro que esperaba, sino alguien confuso, marcado por sus decisiones.

En este clima de secretos, Eugenia comienza a renacer. Tras años de sufrimiento, vuelve a sonreír gracias al afecto de los hijos de Catalina, especialmente del pequeño Andrés. Sin embargo, no todos reciben su presencia con agrado. Lorenzo y Leocadia la ven como una amenaza directa a su control sobre La Promesa. Cuando Eugenia le revela a Leocadia que sabe quién es el verdadero padre de su hija, la tensión estalla. Acorralada, Leocadia se une a Lorenzo para tramar un plan despiadado: convencer a Alonso de internar a Eugenia en un sanatorio. Este acto podría destruir no solo a Eugenia, sino también a Curro, quien empieza a ver su mundo desmoronarse.

Pero en medio de la oscuridad, el amor sigue encontrando su espacio. Catalina y Adriano están listos para casarse. Todo está preparado en secreto, con cuidado extremo para que nadie descubra la ceremonia. Sin embargo, en un lugar como La Promesa, donde cada pared tiene oídos y cada paso es vigilado, el peligro de ser descubiertos es inminente.

Curro y Lóe deciden dar el golpe final en el casino de Villalquino. Van decididos a desenmascarar a Basilio, el hombre que podría tener la clave para resolver el misterio de la muerte de Hann. Pero si fallan, podrían perderlo todo: la verdad, su seguridad y su libertad. Para financiar este viaje, Curro pide ayuda a Ángela, quien, demostrando su lealtad, decide robar a espaldas de Leocadia con una condición: Curro deberá ser completamente sincero con ella de ahora en adelante. Ese pacto solidifica su vínculo justo cuando la tormenta amenaza con tragarlos.

En el fondo, todos en La Promesa enfrentan la misma pregunta: ¿vale la pena seguir fieles a sus promesas si eso implica perderlo todo? Las alianzas se tambalean, los secretos salen a la luz y cada personaje debe decidir de qué lado está.

La verdad sobre el origen de Curro ha comenzado a salir a la luz, y sus consecuencias son impredecibles. La Promesa se encuentra en un punto de quiebre donde el pasado ya no puede ocultarse y el futuro depende de decisiones valientes. Lo que está por venir promete sacudir los cimientos del palacio y del corazón de cada personaje.

¿Quién traicionará? ¿Quién será traicionado? ¿Y quién mantendrá su promesa hasta el final?