Gabriel juega su carta más arriesgada… y el tablero entero puede venirse abajo.

Esta semana, Sueños de libertad nos arrastra por una espiral de traiciones silenciosas, sentimientos reprimidos y un plan oscuro que puede arruinarlo todo. Cuando creías que Gabriel ya había cruzado todos los límites… aún no habías visto lo peor.

Prepárate para un capítulo cargado de tensión, manipulación emocional y decisiones que marcarán un antes y un después.

🍷 Un brindis envenenado

La escena se abre en la imponente casa de la familia De la Reina. Gabriel, solo, se sirve una copa con esa seguridad suya que incomoda y seduce por igual. La puerta se abre. Es Begoña.

Gabriel la invita a beber algo con él. Ella, algo tensa, acepta. Él pregunta por Julia, y Begoña responde que ha salido a cenar con Digna y Teo. Una excusa que delata el vacío que siente al quedarse a solas con Gabriel.

—No te he visto en todo el día, dice él.
—Yo a ti sí, responde Begoña, evitando su mirada.

Él menciona que la vio en la cantina con Cristina, pero prefirió no interrumpir. Begoña, celosa aunque intenta disimularlo, lanza una frase con veneno sutil:
—Se os veía muy compenetrados…

Gabriel, entre provocador y evasivo, niega cualquier implicación romántica y deja claro que Cristina no es su tipo. La tensión entre ambos se espesa en el aire. Él la mira intensamente. Ella evita caer, pero la incomodidad la supera. Se levanta abruptamente con una excusa para ayudar a Tere y abandona el salón, dejando a Gabriel con una media sonrisa que lo dice todo.

🧪 El sabotaje maestro

Pero lo que Gabriel trama va mucho más allá de un coqueteo ambiguo.

Esa misma noche, cuando todo parece en calma, Gabriel se cuela en el laboratorio de la fábrica. Con una precisión escalofriante, altera la fórmula del nuevo perfume conmemorativo. Un pequeño cambio en la composición que arruinará por completo la próxima tanda de producción.

Nadie lo ve. Nadie sospecha. Nadie… salvo un detalle que lo cambiará todo: la última persona que manipuló la fórmula fue Cristina.

Con una sola jugada, Gabriel no solo sabotea el producto estrella del año, sino que deja el camino preparado para destruir profesionalmente a Cristina. Todo sin ensuciarse las manos.

🧒 Teo, al borde del abismo

Mientras tanto, en otro rincón de la historia, Teo sigue trazando su propio plan de fuga.

Digna nota su actitud distante y le pide a Julia que hable con él. Ella lo aborda con delicadeza, pero él responde a la defensiva. “Has venido solo para criticarme”, le lanza con dureza.

Julia insiste, preocupada, pero Teo deja caer la bomba:
—Me mentiste. Dijiste que querías estar aquí, pero te mandaron porque ya sabías todo. Lo de mi escapada, lo que le dije a don Javier…

Ella intenta calmarlo, pero Teo rompe a hablar:
—Echo de menos mi pueblo. A mi tío Marcial. Esta no es mi casa. Yo quiero vivir allí.

Julia le responde con firmeza:
—Tu casa es esta. Tienes que adaptarte. Sé que perdiste a tus padres, pero no estás solo. Yo estoy aquí para ayudarte.

En un intento de reconexión emocional, ella le pregunta por el pañuelo de su madre. Al buscar entre sus cosas, descubre que su ropa ha desaparecido. Teo, nervioso, responde evasivamente. Julia, inquieta, lanza la pregunta definitiva:
—¿Piensas fugarte?

Teo la enfrenta con los ojos vidriosos.
—Sí. Tengo dinero para el autobús. Nadie lo sabe. Quiero sorprender a mi tío. Está enfermo… y le hará ilusión verme.

Julia intenta hacerlo entrar en razón, pero el niño suplica:
—Prométeme que guardarás el secreto. Aquí no estoy bien. Tengo que irme…

⚠️ El futuro de Cristina en juego

Mientras Teo lucha por escapar de una realidad que lo asfixia, el plan de Gabriel avanza sin frenos.

Cristina, completamente ajena al sabotaje en el laboratorio, sigue trabajando con intensidad. Pero las consecuencias de aquella noche están a punto de explotar. Si los lotes salen mal, ella será la principal sospechosa, la única con acceso directo a la fórmula. El daño profesional y personal podría ser irreversible.

Y Gabriel, sonriente, observa desde las sombras cómo se forma la tormenta perfecta.

💔 ¿Qué siente Begoña?

El juego de seducción de Gabriel sobre Begoña avanza en un terreno incierto. Aunque ella mantiene distancia, no puede negar que algo se mueve dentro de ella cuando lo tiene cerca. Sus miradas, su forma de hablarle, el control absoluto con el que se mueve… todo en él la intriga y la confunde.

Pero ¿es atracción? ¿O simplemente una nueva forma de sentirse viva tras el desencanto con Andrés?

La sombra del pasado pesa. Las heridas aún no cierran. Y mientras Gabriel gana espacio en su vida, Andrés comienza a sospechar que la está perdiendo definitivamente.

💣 Lo que está por estallar

Todo está en marcha. Y todo puede venirse abajo en un instante.

• Cristina está a punto de ser incriminada por un sabotaje que no cometió.

• Teo planea fugarse sin que nadie lo note, cargando con la angustia de un niño que siente que no pertenece.

• Julia se debate entre guardar el secreto o protegerlo de sí mismo.

• Begoña sigue cayendo, quizás sin darse cuenta, en el juego emocional de Gabriel.

• Y Gabriel, con una sonrisa que oculta la manipulación más cruel, sigue moviendo las piezas sin que nadie lo detenga.

🎬 ¿Y ahora qué?

¿Podrá Cristina demostrar su inocencia?
¿Julia contará el secreto de Teo o será cómplice de su fuga?
¿Begoña descubrirá a tiempo quién es realmente Gabriel?
¿O será demasiado tarde cuando todo se derrumbe?

“El juego de poder de Gabriel toma un giro inesperado”… y nadie saldrá ileso.
No te pierdas este nuevo capítulo de Sueños de libertad.

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