En el capĂtulo 345 de Sueños de libertad, Gabriel despliega su lado más seductor… y más manipulador.
La escena comienza al caer la noche, cuando Gabriel entra al laboratorio justo antes de que cierre. Su objetivo parece simple: entregar un contrato dirigido al jefe de Cristina. Pero desde el primer momento, algo no cuadra. Cristina le informa que su jefe se ha marchado, y se ofrece a hacerle el favor de entregar el documento al dĂa siguiente. Gabriel, tranquilo y con tono casual, lanza un comentario aparentemente inocente: le parece raro que la dejen trabajando tan tarde. Cristina, distraĂda, le responde que siempre hay demasiado que hacer.
Mientras empieza a recoger sus cosas, Cristina busca sus llaves con frustraciĂłn… pero no las encuentra. Lo que no sabe es que Gabriel, hábil y calculador, se las ha robado sin que lo note. Con sangre frĂa, mantiene la conversaciĂłn sin titubear, dejando caer una frase que lo cambia todo:
—¿Tienes planes para esta noche?
Cristina, cansada y algo preocupada por las llaves extraviadas, le contesta que no, que solo quiere cenar algo rápido e irse a dormir. Gabriel aprovecha el momento y le propone una cena en la cantina. Ella duda un poco… pero acaba accediendo.
Mientras se prepara para salir, Gabriel se ofrece a ayudarla a ponerse el abrigo. En ese instante cargado de tensiĂłn y cercanĂa, Cristina se gira… y ambos se besan.
El beso no es solo un momento romántico. Gabriel lo utiliza para devolverle las llaves al bolso sin que lo note, completando su jugada maestra.
Al separarse, Gabriel finge sorpresa y se disculpa por haberse dejado llevar. Cristina, algo confundida pero sin mostrarse molesta, le dice que no pasa nada. Aun asĂ, le sugiere amablemente que se marche, pues tiene tareas pendientes. Ambos se despiden entre sonrisas.
Pero al recoger su bolso… las llaves están ahĂ. Justo donde antes no estaban. Cristina se queda quieta, mirándolas con desconcierto. ÂżCĂłmo es posible? El gesto es mĂnimo, pero la desconfianza se cuela en su mirada.
Cierra el laboratorio, aĂşn pensativa, mientras Gabriel desaparece en la noche habiendo cumplido su misiĂłn encubierta.
Este episodio mezcla con maestrĂa el romance con la manipulaciĂłn, dejando claro que Gabriel juega una doble partida: seduce a Cristina mientras oculta intenciones mucho más oscuras. Y lo peor es que ella, por ahora, no lo ve venir…
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Gabriel? ¿Y cuándo se dará cuenta Cristina de la verdad tras ese beso?
✨ No te pierdas el prĂłximo capĂtulo… porque en “Sueños de libertad”, cada caricia puede esconder una traiciĂłn.